Clarín

Se conocieron en una milonga y son campeones mundiales

Germán y Magdalena ganaron el Mundial de Tango. El es de Río Negro, ella porteña y bailan juntos desde hace dos años. Ayer visitaron la redacción de Clarín y derrocharo­n sensualida­d: “Bailar tango es como tener una relación”, dijeron.

- Verónica Frittaoni vfrittaoni@clarin.com

Si Magdalena Gutiérrez y Germán Ballejo, los flamantes campeones de la categoría Pista en el Mundial de Tango 2017, fueran una pareja sentimenta­l, podríamos aventurar que están quemando etapas. Apenas terminan de conocerse como dúo y ya se zambullero­n, no una si no dos veces, en uno de los certámenes más importante­s del planeta. Sin embargo, hasta ahora los resultados se oponen a las tendencias. “Nosotros, en este momento , es

taríamos gateando: por lo general, dicen que a partir de los tres años uno empieza a ver una identidad en la pareja. Venimos trabajando in- tensamente, sabemos que todavía hay mucha tela por cortar y eso es un estímulo y un gran desafío. Son muchos logros en muy poco tiempo”, reconoce Magdalena, con una sonrisa inocultabl­e a pesar del poco sueño. Magdalena (35) y Germán (31) se conocieron trabajando en Italia. Por ese entonces, ambos tenían pareja de baile, aunque eso no impidió que se vieran y se sintieran interesado­s en el trabajo del otro. “Nos dijimos que estaría bueno probar juntos, pero, en principio, quedó ahí. Un año y medio después los dos estábamos en búsqueda de compañero y nos encontramo­s en la milonga De Querusa. Eran principios de 2015”, cuenta ella.

La pareja representó a la Ciudad de Buenos Aires, donde trabajan cuando no están de gira o participan­do en otros concursos. “Trabajamos en compañías, milongas y eventos. Vivimos por y para el tan

go”, define Germán, quien es oriundo de Allen, Río Negro, llegó a la Ciudad hace siete años y recorre las pistas hace 22. Magdalena, en tanto, es porteña, y se mueve al ritmo del 2x4 hace 17 años. “El campeonato es una gran vitri

na, nos llegan mensajes de todo el mundo, de gente que incluso no conocemos, consultánd­onos qué vamos a hacer. Estamos con muchas ganas de descubrir lo que está por

venir”, se entusiasma­n, y adelantan que los espera un festival en la Patagonia en noviembre y luego una gira por Europa y Asia hasta abril. Pero no hace falta irse tan lejos para toparse con el reconocimi­ento. “¿Son ustedes, no? ¿Podemos acer

carnos?, dice una señora que pasa mientras se hacen las fotos, en la calle, para esta nota. “Son un orgullo”, se despide, emocionada.

Si a los campeones les dan a elegir, se inclinan por Troilo y prefieren la milonga, pero son versátiles e igual de virtuosos con el vals y las orquestas de D’ Arienzo, Pugliese, Di Sarli y Tanturi.

Difícil verlos bailar y no contagiars­e, aunque sea durante los minutos que dura su danza, del sentir milonguero que los últimos 13 días derrochó el Festival y Mundial de Tango en el sur de la Ciudad.

Parte de esa naturalida­d, de ese disfrute y de esa identidad que alcanzaron en tiempo récord, es lo que el jurado destacó por sobre las otras 40 duplas finalistas. “Y es que de eso se trata porque en esta profesión esa parte de disfrute se vuelve a veces de exigencia y se la olvida un poco. Pero no, no se puede olvidar”, advierte Germán. “Somos fanáticos con la musicali

dad, es el reflejo que nos devuelve la gente que nos mira. Y la elegancia, dicen que tenemos una elegancia particular”, apunta Magdalena a la respuesta de su compañero. “La pareja de baile es un cincuenta y cincuenta, eso hace el cien, es la mejor manera de llevar una relación, por

que no hay que olvidar que este baile es como tener una relación: hay que escuchar al otro. Y esa es la manera en que lo llevamos adelante. Sin ir más lejos, es lo que está pasando en la sociedad, la mujer está

tomando cada vez más voz y el tango va evoluciona­ndo como evoluciona la sociedad. Eso me gusta”, señala Germán. “Nos queremos mucho, hay gran compañeris­mo. Con el baile tenés buenos y malos momentos y hay que estar ahí para el otro. Es una escucha mutua. Creo que en el tango más actual se intenta esto de que nos escuchemos y se

logre el 50/50”, define Magdalena. Y la pregunta se escapa sin permiso: ¿Cómo pareja sentimenta­l también están gateando? “Pueder ser. ¿Por qué no?”, deja abierto ella. Mientras él admite: “Ese campeonato todavía no lo gané”.

Somos fanáticos de la musicalida­d, ése es el espejo que nos devuelve la gente que nos mira” Magdalena Gutiérrez El tango evoluciona como lo hace la sociedad. La mujer toma cada vez más voz y eso me gusta” Germán Ballejo

 ?? EMMANUEL FERNANDEZ ?? Apretados. No son pareja. “Ese campeonato todavía no lo gané”, dijo Germán.
EMMANUEL FERNANDEZ Apretados. No son pareja. “Ese campeonato todavía no lo gané”, dijo Germán.
 ?? EMMANUEL FERNÁNDEZ ?? Ritmo porteño. Guitiérrez y Ballejo, ayer, en Barracas, donde vecinos ya los reconocían y felicitaba­n. Brillaron con elegancia.
EMMANUEL FERNÁNDEZ Ritmo porteño. Guitiérrez y Ballejo, ayer, en Barracas, donde vecinos ya los reconocían y felicitaba­n. Brillaron con elegancia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina