La “baradelización” del conflicto en la Capital
Otra vez sopa diría Mafalda. Otra vez, las familias y los mismos maestros enfrentan un conflicto docente señalado de estar atravesado por una interna gremial, al menos desde fuentes oficiales. Y otra vez el kirchner
simo contra la izquierda, que crece en todo el mundo sindical, no solo el docente. Había pasado en la primera parte de este 2017, con el duro conflicto en Provincia. Conocedores del paño y el mismo gobierno provincial, claro, se encargaron de subrayar que ese conflicto –que se llevó 17 días de clase de los alumnos bonaerensesrespondía a la interna que debía enfrentar en Suteba Roberto Baradel contra la lista multicolor de Romina del Pla, dirigente que forma parte del Partido Obrero. Al final Baradel se impuso y poco tiempo después se llegó el acuerdo.
Ahora algo muy similar pasa en Capital. El gremio mayoritario UTE forma parte de Ctera a nivel nacional. Y el próximo 7 de septiembre, dentro de 15 días, allí habrá una interna para
definir la nueva conducción, que ac- tualmente está a cargo de Sonia Alesso (Santa Fe), Baradel (Provincia) y Eduardo López (por UTE, en Capital). Ctera es uno de los gremios más importantes de la central obrera CTA, del sector que conduce el kirchnerista y también docente Hugo Yasky. Mucho se especuló este año que la ambición de Baradel era retener Suteba para ir por Ctera y, finalmente, reemplazar a Yasky en la CTA. Las elecciones en esa CTA serán el año que viene, así que hay que estar atentos a esos movimientos.
Más que un sindicato, Ctera es una confederación de gremios docentes de todas las provincias. Y por lejos, la representación gremial de maestros más grande del país. Aunque con matices -según la realidad de cada distrito-, la mayoría de las conducciones respondieron al kirchnerismo en los últimos años. Pero crece la izquier
da y no solo en Provincia, donde se alzaron con la seccional de La Matanza, tan grande como toda la Capital.
Es en este escenario que a López – que venía acordando con el macrismo- le estaría costando aceptar un 21,5%, por debajo de muchos acuerdos docentes del país. Un difícil tra
go, cuando lo que manda es mostrarse algo más duro y combativo.