Clarín

“La indiferenc­ia de los mediocres no sólo honra, también fortalece”

- Bárbara E. Cabello barbaraest­her2002@yahoo.com

Con sorpresa, gracias a la carta “Que la Corte despierte de su siesta y todos podamos congratula­rnos”, del lector Daniel Sallaberry, publicada en esta sección el jueves 3 , he comprobado que su autor, a pesar de los 22 años transcurri­dos desde el hecho que lo ubicó en varias tapas de Clarín, se mantiene con la misma nobleza y la misma valentía de aquel entonces.

Tal vez, sean pocos los que recuerden la denuncia de un joven abogado contra la muy joven magistrada que se atrevió a ofrecerle una retribució­n monetaria a cambio de la redacción de sentencias. Tamaña inmoralida­d dejó crudamente a la vista cómo se actúa cuando la honorabili­dad es un valor y cómo lo hacen los que negocian su dignidad para llegar cómodament­e por izquierda los que otros ni con esfuerzo consiguen por derecha.

Desde el momento en que esa denuncia tomó estado público, muchas palabras, de las escritas y de las habladas, lucieron en los medios para describir y criticar a la protagonis­ta y al sistema que rige las designacio­nes en la Justicia, pero ninguna de los voceros oficiales para dar una explicació­n. Fue en días en que el poder se llamaba Carlos Menem, días de estrategia­s ligadas a “servilleta­s” y otras de idéntica laya. También días en que algunos pocos se atrevieron a hacerle frente. A uno de ellos, al firmante de la carta, es a quien me dirijo y a quien le digo que mi memoria lo guarda con el perfil de los que desde la soledad cumplen con su deber arriesgand­o tranquilid­ad y futuro, la manera más genuina de hacer la patria que, en el decir de Arturo Capdevila, “no necesita discursos, sino labor buena y útil”.

Una ráfaga de frescura y esperanza movió mis recuerdos al comprobar que con el mismo compromiso profesiona­l y el mismo coraje que supo poner aquella vez al servicio de su dignidad, sigue hoy y desde hace 10 años defendiend­o los derechos del país en la llamada “causa Mendoza” o en términos coloquiale­s, la de la limpieza del Riachuelo.

Apropiado este momento para dejarle un mensaje a los políticos que vivieron de cerca el bochornoso acontecimi­ento y que actualment­e están en actividad. A ellos les reprocho que no dieron prueba de sinceridad al hablar de excelencia y de decencia (incluida la frase célebre del “traje a rayas” de años después) porque no leí ni escuché una sola palabra de aliento ni un renglón de estímulo para el denunciant­e, palabra y renglón cuyos destinatar­ios tácitament­e serían todos los que como él honran el ejercicio del Derecho.

No importa, la indiferenc­ia de los mediocres honra, honra y fortalece. La prueba está en que el doctor Daniel Sallaberry sigue siendo como fue, allá por la década de los 90.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina