Violencia sin freno en la escuela: una madre cacheteó a una maestra
Sucedió el martes a la salida de una primaria en Garín. La agresora reconoció que “se desbordó”.
El habitual alboroto del final de clase en la vereda pareció quedar congelado ante la escena violenta. Una mujer abandonó el carrito en el que llevaba un bebé para atacar a Andrea Pereyra (26), maestra de tercer grado de la Escuela N° 5, en el partido de Escobar. La agresora descargó dos sonoros cachetazos y luego se abalanzó sobre la cabellera de la docente, delante de más de medio centenar de alumnos y otros mayores que llegaban para retirar a sus chicos.
Aturdida y asistida por algunos niños que a los gritos pedían el final de
la agresión, Pereyra logró reingresar al establecimiento. Estaba shockeada. Y no encontraba explicaciones a semejante reacción.
El incidente ocurrió el martes en la localidad de Garín, en una escuela primaria donde van más de 550 chicos. Después de la conmoción inicial, las autoridades decidieron suspender las actividades ayer, en repudio a la actitud violenta de la madre.
Pereyra no quiere abandonar la escuela 5. Y está preocupada por el menor. “Es un alumno con algunos problemas de conducta, pero no es su culpa. Es claro que está cruzado por
un entorno violento”, dijo. A partir del enorme impacto que tuvo el caso, intervinieron autoridades municipales y provinciales. En la comuna descartaron optar por la vía
judicial. Desde este año rige en la provincia una reforma al Código Contravencional, que endurece las sanciones contra los que agredan a docentes. “Vamos a agotar todas las instancias de diálogo. A través de la Dirección de Educación intentaremos acercar una salida que resulte favorable para padres, docentes y alumnos”, explicaron en la intendencia.
“Es un hecho muy grave”, describió el subsecretario de Educación provincial, Sergio Siciliano. La postura de las autoridades bonaerenses también apunta a “proteger” a los meno
res. No promueve sanciones o medidas disciplinarias e impulsa la actuación de los gabinetes psicopedagógicos para sostener al menor.
“Me desbordé”, admitió la madre que atacó a la docente. La mujer, que se llama Claudia, reconoció que se ex
cedió en su acción pero se quejó porque antes del receso, a su hijo de 8 años “le doblaron el dedo para sacarle un autito de un amigo”. Por la nueva norma, Claudia podría ser multada a pagar entre 5 mil y 15 mil pesos. O a pasar algunos días presa.