Clarín

Una celebració­n con imágenes y sonido

La banda que dio el puntapié inicial del reggae en la Argentina repasa sus tres décadas con un recital y una muestra de fotos.

- Eduardo Slusarczuk eslusarczu­k@clarin.com

“Así como otros se juntan para jugar al fútbol, o para comer un asado, nosotros nos juntábamos para hacer música, y la pasábamos genial. Sin embargo, cuando tenía que contar qué estaba haciendo, siempre hablaba de mis otros proyectos, y no de Los Pericos... Los Pericos era un espacio bastante abierto, en el que el que tenía ganas, si conocía a alguno de nosotros, podía entrar a tocar. Hasta que, de a poco, se empezó a generar algo; y fue lo que fue.”

Parado junto a una foto que lo retrata cuando todo era nada y nada era el principio junto a ‘Ale’ Perico, ‘Marto’ Gutman, ‘Willy’ Valentinis, El Bahiano y ‘Topo’ Raiman, Juanchi Baleirón rescata en su prodigiosa memoria aquel momento inmortaliz­ado por el actual ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; un “amigo de la banda”.

La imagen marca el punto inicial de la muestra Pericos x Pericos, que curada por Nora Lezano repasa en unas 1.200 fotos, personales y profesiona­les, los 30 años de la banda, que tendrá su show de festejo mañana a las 21, con entrada gratuita, en la Usina del Arte.

“No teníamos fantasías. Grabamos un demo porque el papá del ‘Topo’ nos juntó en la casa y nos sugirió que diéramos ‘un paso’. Que pusiéramos plata, que le pidiéramos a nuestros viejos y grabáramos; quizá porque vio que ahí había algo”, cuenta. El demo incluía dos temas: Jamai

ca Reggae y El ritual de la banana, al que, según confiesa Baleirón, habían considerad­o dejar fuera de juego porque les parecía demasiado alejado del resto del repertorio. “Nos sonaba demasiado chingui chingui... Demasiado comercial, pero al mismo tiempo, irresistib­le.”

De ahí al casete, del casete a la radio -”Llamábamos para pedir que lo pasaran, nosotros, nuestras novias, nuestros amigos”, dice Juanchi-, y de ahí a un éxito que les explotó en las manos. Tanto, que la falta de interés con que el público recibió sus dos discos siguientes fue como un baldazo de agua fría. “Entramos en crisis con el mains

tream. De estar en lo más alto de la cima pasamos a ser una banda olvidada, con la gente esperando sentada a ver cuándo dejábamos de tocar y nos poníamos a trabajar”, recuerda el músico, más adelante también devenido productor, y actualment­e conductor del programa Asado vegano, los viernes a las 20 en Nacional Rock.

Pero nada de eso pasó; Big Yuyo, que incluía los hits Waitin’ y Me late, entre otros, marcó un nuevo despegue. “A partir de ese renacimien­to, construimo­s una carrera mucho más sólida”, dice Baleirón. Un buen paso por Jamaica los legitimó en la tierra del reggae, y a partir de entonces la idea de parar jamás estuvo en su agenda. Ni siquiera cuando El Bahiano anunció su partida.

“Contra lo que la mayoría de la gente puede creer, fue cuando menos lo hicimos. Fue una reacción inconscien­te, en contra del sentido común; la cuestión era seguir como fuera”, explica Juanchi, mientras recorre su propia historia.

Ahí están sus fotos y las de la banda con Juanse, con Xuxa, con Tony Iommi, con Susana, en Londres, Lisboa, París, Nueva York, la Isla Margarita, el Museo Marley. ¡Stop! “Rita (la esposa de Bob) nos recibió y nos ofreció la sala de Bob para que ensayáramo­s... ¡Cuando volvimos, nos había mandado una factura hasta por los jugos que habíamos tomado!”

Ahora, Juanchi está frente a frente con Los Pericos modelo 2017. “Ahí estamos -dice-, lookeados, llevando con orgullo los años. No estamos tiñéndonos o dándonos refrescadi­tas en la cara. Estamos mostrando los años vividos, con onda. A los 20, todo te queda bien; con el paso del tiempo tenés que cuidar un poco más la cuestión. Pero no por aparentar una cosa que no sos. Sólo que es algo difícil encontrar el equilibrio entre la elegancia con un cuerpo curtido... Curtido por el rock”, explica Baleirón.

Esos cuerpos son los que mañana subirán a escena en la Usina, los mismos que llevan décadas compartien­do sus vidas. Ayer, para ser un perico había que tener ganas de serlo. ¿Y hoy? “También; pero las ganas son distintas. Hoy, para nosotros, tocar en Los Pericos es una necesidad.”

 ?? LUCÍA MERLE ?? Parate y mira. Baleirón y dos botones de muestra del viaje que desde hoy se puede hacer por la historia de la banda nacida en 1987.
LUCÍA MERLE Parate y mira. Baleirón y dos botones de muestra del viaje que desde hoy se puede hacer por la historia de la banda nacida en 1987.

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