Clarín

Montevideo, el primer puerto de la gran Bienal

Abrieron las muestras iniciales del encuentro que llegará a 32 ciudades de 16 países. Desde septiembre, extenso plan de exposicion­es en Buenos Aires.

- MONTEVIDEO. ENVIADA ESPECIAL Mercedes Pérez Bergliaffa seccioncul­tura@clarin.com

En Montevideo, el invierno no empaña la fiesta: con exposicion­es e intervenci­ones de artistas contemporá­neos en tres espacios emblemátic­os de la ciudad –el Museo Nacional de Artes Visuales, el espectacul­ar Centro Cultural de España y el Centro de Arte Contemporá­neo- quedó inaugurada el miércoles por la noche la BIENALSUR. Fue en lo que los organizado­res llaman el “kilómetro 281”, teniendo en cuenta la cantidad de sedes en las que se desplegará este encuentro global. El “kilómetro 0” será la sede del Museo de la Universida­d Nacional de Tres de Febrero (Muntref, en el Hotel de Inmigrante­s), institució­n organizado­ra del evento.

Se trata de una fiesta del arte con

temporáneo que tendrá lugar en 84 sedes, en 32 ciudades de 16 países, y

en la que participan 429 artistas. Sus proyectos fueron selecciona­dos entre los 2.500 que se presentaro­n al concurso abierto: llegaron propuestas desde 78 países.

El 1° de septiembre será la apertura en espacios públicos de cinco institucio­nes porteñas; un día después, abren exposicion­es en Rosario. Desde el 6 de septiembre, una muestra de más de una decena de artistas compondrá la exposición Trazas simultá

neas en la Embajada de Brasil. Y, por otra parte, hasta fines de diciembre se escalonará­n diversas experienci­as artísticas y muestras en museos como el de Bellas Artes, y centros culturales como el Recoleta, Hotel de Inmigrante­s, Centro Cultural Kirchner y el Parque de la Memoria, entre otros. Muchas de estas expos saldrán de gira luego hacia otras capitales provincial­es, entre ellas San Juan, Tucumán y Salta. Algunos eventos consistirá­n en la intervenci­ón masiva de fachadas, como la del artista francés Bertrand Ivanoff en el Palais de Glace, que ya empezó a sorprender a quienes transitan la Recoleta. El programa tiene el auspicio de Revista Ñ.

¿ Pero qué es lo que ya se ve en Montevideo? Algunos trabajos allí son realmente especiales, como parte de la muestra Prólogo contemporá

neo para una colección moderna, exposición curada por Diana Wechsler, subdirecto­ra del Museo de Muntref y curadora general de BIENALSUR. A no perderse la obra El prócer, del artista argentino Alberto Lastreto (1981), residente en Uruguay desde hace años. Se trata del video de una estatua ecuestre animada, que salta de pedestal en pedestal. Prócer y caballo, claro.

Castigo, del japonés Tatsumi Orimoto (destacado artista que trabaja con panes), muestra en una videoperfo­rmance cómo a un hombre y a una mujer los atan, con los ojos vendados, a cajas de panes. Procurando liberarse, tiran violentame­nte por los alrededore­s y con todas sus fuerzas los panes a los espectador­es, sin saber adónde caen ni a quiénes les pegarán: están ciegos y desesperad­os.

En el Museo Nacional de Artes Visuales, otra videoperfo­rmance, la fundamenta­l Alud de la guatemalte­ca Regina José Galindo (1974) expone cómo la artista entrega su cuerpo desnudo como si estuviera muerto: reposando horizontal­mente en una camilla de metal –parecida a las que se usan en las morgues- deja que un grupo de mujeres la vean, toquen, raspen, midan, manipulen. Ella permanece con los ojos cerrados. Su presencia, concedida, cae en la voluntad de los otros. Cerca, el bello mural del argentino Mariano Molina registra a una masa de gente en la calle, observando: quizás a punto de cruzar una avenida; quizás a punto de gritar, o caminar o bien correr.

Lo interesant­e es que, alrededor de este conjunto de obras contemporá­neas se ubican otras que son fundamenta­les para la historia del arte del Río de la Plata. A pocos metros del trabajo de Molina puede apreciarse la icónica pintura de 1871 Un episodio de la fiebre amarilla en Buenos Aires, de José Manuel Blanes. Por encima, reinando, el mural de cuatro metros y

medio de largo del maestro Joaquín Torres García, en esta ocasión totalmente figurativo: Composició­n (1919), su nombre. El ida y vuelta temporal, las relaciones tejidas alrededor de nosotros mismos, del territorio e historia compartida­s y del río, enriquecen la propuesta a niveles inesperado­s para quien observe atentament­e.

Donde aparecen las distancias es la maravillos­a intervenci­ón creada por la rosarina Eugenia Calvo (1976) en la vieja cárcel de Montevideo: en la zona del panóptico de la prisión, levantó el suelo, dejó al descubiert­o las vigas, lustró el añejo piso de mosaicos y puso un vidrio separador: una vidriera para observar fenómenos “del otro lado”; el público observando al panóptico. Diferentes luces se prenden y se apagan solamente allí, al ritmo de la respiració­n de la reactivaci­ón cardio- pulmonar: un espacio moribundo, que respira y deja de respirar. La artista lo ayuda a sobrevivir.

Vale la pena observar los trabajos de Ana Gallardo vinculados a valorar y trabajar con la vejez, en el espectacul­ar Centro Cultural de España (CCE), dirigido por el inquieto Ricardo Ramón Jarne; los de Regina de Miguel, una narración fílmica crítica y poética sobre el período de Salvador Allende en Chile, y sobre todo el proyecto asociado a la Bienal llamado Lu

gar en ninguna parte. En este primer capítulo de la BIENALSUR en la capital uruguaya se puede reflexiona­r sobre viajes, descubrimi­entos, relaciones, asombros, historias, y la concreción de lo imaginado, de lo que parecía imposible. Una verdadera utopía de la creación contemporá­nea. De hecho, en las exposicion­es en el CCE también se hace una fuerte mención de los escritos de Tomás Moro.

Otro dato importante: el escritor y cineasta Edgardo Cozarinsky prepara la “novela de la BIENALSUR”, según trascendió. La propuesta contará con un territorio de expresión artística más que extenso.

“Elegimos inaugurar la Bienal en Uruguay porque es un país que admiramos”, explicó Aníbal Jozami, director del encuentro y rector de la UNTREF. “La decisión tiene que ver también con los roles políticos que juega Montevideo”, agregó, refiriéndo­se a un evento de arte pensado desde el sur y en una ciudad que, además, cuenta con la sede del Parlasur.

Creada gracias a aportes de diferentes bancos, con un porcentaje importante de dinero provenient­e de políticas de mecenazgo de la Ciudad de Buenos Aires (“Entre un 30 y un 40 por ciento del total del costo”, aseguró Aníbal Jozami), el encuentro también cuenta con apoyos de empresas. Colabora, además, el Ministerio de Cultura de la Nación e incluso una asociación de amigos de la Bienal. “Ha sido un esfuerzo muy grande, del que participar­on muchos museos, centros culturales, embajadas, universida­des… El proyecto está basado en una red asociativa: eso fue lo que permitió que algo que parecía utópico comenzara a realizarse.” Jozami se refiere a que el encuentro no transcurre en un solo punto o tan sólo en un grupo de espacios.

Una caracterís­tica del desarrollo del evento es que funciona vinculándo­se con otros proyectos o institucio­nes fuertes, ya creados y en marcha, como por ejemplo, museos, universida­des y fundacione­s en Brasil, España, Francia, Japón, Perú, Ecuador, Colombia, Australia y Chile. Esto facilita la gestión de la exposición de artistas y muestras en espacios muchas veces separados por kilómetros de distancia.

Agrega Jozami: “Están presentes todos los países de América del Sur salvo Venezuela, ya que nos comentaron que no podían garantizar que nada de lo que habíamos estado organizand­o iba a poder realizarse de la manera en que estaba pensado”. Hoy, se realizará la presentaci­ón oficial para la prensa de las actividade­s que comenzarán en Buenos Aires en pocos días.

 ??  ?? Inauguraci­ón. Artistas, curadores y público recorriero­n las muestras en la capital uruguaya.
Inauguraci­ón. Artistas, curadores y público recorriero­n las muestras en la capital uruguaya.
 ??  ?? Alud. Un trabajo de documentac­ión performáti­ca de Regina José Galindo; foto de Eleftheria Kalpenidou.
Alud. Un trabajo de documentac­ión performáti­ca de Regina José Galindo; foto de Eleftheria Kalpenidou.
 ??  ?? El prócer. Secuencia de la obra de Alberto Lastreto, en la sede del Museo Nacional de Artes Visuales.
El prócer. Secuencia de la obra de Alberto Lastreto, en la sede del Museo Nacional de Artes Visuales.
 ??  ?? All over the wall. El mural que pintó Mariano Molina, a primera vista, parece ser una fotografía.
All over the wall. El mural que pintó Mariano Molina, a primera vista, parece ser una fotografía.
 ??  ?? Santiago Velazco. Uno de los trabajos del joven artista uruguayo.
Santiago Velazco. Uno de los trabajos del joven artista uruguayo.
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Obras. Amplia expo en el Centro Cultural España de Montevideo.

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