Clarín

“Hay gente que cree en los OVNIS, como hay gente que cree en Cristina”

Licenciada en Ciencia Política, legislador­a porteña y candidata de Cambiemos en Provincia

- Silvia Fesquet sfesquet@clarin.com

Cuando María Eugenia me dijo que encabezaba la lista, me puse a llorar: yo nunca había sido primera candidata” No me arrepiento de haber estado en el PAMI de Kirchner: no se hubiera descubiert­o la mafia de los medicament­os”

-¿La sorprendió el resultado de las PASO?

-La fuerza del acompañami­ento de Cambiemos en todo el país ha sido muy importante y también ha sorprendid­o a muchos. Me sorprendió que con tanta fuerza la gente haya reafirmado, a pesar de los problemas, esa voluntad de cambio que tiene la sociedad argentina. Vos veías aun en sectores donde no la están pasando bien, que la gente ve que las cosas se hacen, que tienen un montón de servicios que antes no tenían. Uno va al conurbano y ve gente que por no tener cloacas tiene que pagar mil pesos por bimestre o todos los meses para desagotar ese pozo ciego: tener cloacas implica no tener ese gasto; no tener asfalto implica contratar camiones para que tiren algún tipo de piedras para que pasen no ya los colectivos sino una ambulancia o un remís que venga a buscar a la nena que es discapacit­ada... Dar esos servicios, que lo está haciendo la Provincia, es muy fuerte para ellos. -Más allá del escrutinio definitivo, ¿pensó que a Cristina le iba a ir mejor? -Me parece que hizo la peor elección del peronismo en la Provincia, peor que Aníbal, que ya son palabras mayores. -¿Cómo explica, de todos modos, los votos que consiguió?

-Yo creo que hay gente que cree en distintas cosas. Hay gente, hay sectas, yo sé que los K se van a enojar con esto...Pero bueno, hay gente que cree en los OVNIS, no sé, y hay gente que cree en Cristina. La justifica sin importar lo que hizo. Son como fanáticos, y es muy difícil explicar los fanatismos. -A usted la votaron más que a Bullrich. ¿Le llamó la atención ese corte de boleta?

-La verdad que sí. Igual, yo creo que los votos no son a las personas, sino a un conjunto que integramos las listas. Y fundamenta­lmente a María Eugenia. No sé, te digo la verdad, no sé. Yo digo que la competenci­a era más la otra, la de senadores, los candidatos a diputados, salvo Felipe (Solá) y yo no eran tan conocidos. Tal vez por mi gestión en el PAMI...

-En la campaña hubo algunas expresione­s desafortun­adas de Bullrich, como cuando dijo “el camino que hemos emprendido todos los días tiene un pibe más que está preso”. ¿Cree que le pudo haber jugado en contra?

-Quien lo conoce a Esteban, como lo conozco yo, desde 2010, sabe que lo único que lo obsesiona y de lo que siempre habla es de darles oportunida­des a los chicos a través de la educación. Por ahí fue desafortun­ado, porque me parece que habló en público como lo haríamos en una cuestión privada, decir “estos pibes”, pero quien lo conoce sabe que él nunca se referiría así a los chicos. -¿Se lleva bien con Durán Barba?

-Yo lo conocí hace unos años y tenía ese prejuicio de decir “este hombre que cree que desde Ecuador se puede ver la política argentina”. Y ahí me enteré de que había vivido varios años en la Argentina, y me di cuenta de que la conoce muy bien. Con esta campaña he tenido dos o tres reuniones y lo que dice es de sentido común, que no mientan. Si vos hacés política de otra forma, no te va a ir bien. -¿Les pidió no hablar de economía? -No, no es cierto. Es imposible no hacerlo. -¿Con el marketing de la política cómo va?

-Yo no soy una política del marketing. Me gusta hablar con la gente. Por eso me siento muy cómoda con esta campaña, el tomar contacto, los timbreos. Que yo siempre digo “mirá que eso, antes del PRO, lo hizo el ARI”.

-Usted fue un poco la “tapada” en las PASO, la que sacó más votos en Provincia. ¿Cambiará en algo la estrategia de acá a octubre?

-Nosotros vamos a seguir trabajando como lo hemos hecho hasta ahora, que es recorrer, escuchar y dar la cara. Tenemos la gestión de María Eugenia y todo el equipo en Provincia,

que es algo que te da mucha fuerza porque podés entrar no con promesas sino con los hechos que se están produciend­o. -¿Cómo llegó la convocator­ia de Vidal?

-María Eugenia y yo nos conocíamos por la Legislatur­a, la política, pero más que nada porque los padres vivían cerca de donde yo viví muchos años en Haedo, y hasta compramos la ropa en el mismo lugar en una época. El año pasado me invitó a almorzar y hablamos de los temas que a mí me interesan, la salud, la tercera edad. Me dijo “yo te voy a invitar a las reuniones de equipo, ¿vos estás dispuesta a venir?”. Pero viste, muchas veces es “después te llamo”... Pero María Eugenia me llamó, participé en varias reuniones, me permitió sumarme a ese equipo. -¿Esperaba la candidatur­a?

-La verdad que por ahí la candidatur­a, porque María Eugenia me dijo “a mí me gustaría que nos ayudes en la Provincia también electoralm­ente”, sí. Nunca esperaba el primer lugar. Y bueno, cuando me llamó y me lo dijo, la verdad es que me puse a llorar, porque nunca había sido primera candidata. -¿Importa electoralm­ente la corrupción?

-Yo creo que importa, porque la gente percibe que el asfalto que no tiene, el agua corriente que no tiene, las rutas que no se hicieron, ese dinero que falta es lo que se robaron. -¿Es posible bajar los niveles de corrupción o ya es como si estuviera en el ADN?

-Yo creo que la corrupción es estructura­l al ser humano, no es que los alemanes sean buenos porque tienen un gen bueno...Es que hay justicia. Acá lo que hay es que a la corrupción se le sumó la inacción de la Justicia y eso generó la impunidad. Necesitamo­s que la Justicia funcione, que quien sea responsabl­e vaya preso y que quien no sea declarado inocente y que también se recuperen los fondos robados, que los organismos de control ejerzan su rol...Este tipo que no pudo entrar como Procurador porque falseó el curriculum, Reposo, ¿dónde terminó como premio consuelo? En la SIGEN, que es el organismo de control del Presidente, que controla todas las áreas del Estado. No somos personas que vivimos al margen de la ley. Es cierto que hay una economía informal, que hay que discutir los impuestos porque hay una presión impositiva muy grande, creo que hay que hacer un ajuste sobre la política también. Se terminan utilizando las estructura­s del Estado para financiar la política. Se puede trabajar en eso y creo que el Gobierno lo está haciendo. Todas las licitacion­es de obra pública, que el propio Presidente lo ha contado, están entre un 30 y un 50% a menor valor de los precios históricos que se pagaban por esas obras

-Esta campaña volvió a reunirla con Carrió. ¿Cómo fue aquella pelea, en 2004, cuando usted asumió en el PAMI, con Kirchner?

-En realidad ni siquiera fue una pelea. La verdad es que yo sentí que tenía que aceptar porque muchas veces nosotros decíamos que para cambiar las cosas había que meterse en el barro y tratar de modificarl­as. Yo lo entendía así, y tenía que hacerme cargo si quería mostrar que se podía gestionar de una forma distinta, y una institució­n como el PAMI siempre estaba ligada a la corrupción. Me animé a hacerlo, me costó mucho y fue una decisión individual, siempre dije, de no involucrar al partido, el ARI. Cuando llegué al PAMI había muchos problemas prestacion­ales e impulsamos cambios que ayudaron a mucha gente. Aún hoy me dicen “una vez te pedimos y nos resolviste un problema”. -Carrió lo sintió como una traición.

-Exactament­e. Pero no tenía que ver con una traición a ella. Yo nunca he hecho política, ni he trabajado para perjudicar a otro. Igual en un momento, cuando recibí por parte de Moyano... ahí cuando apareciero­rn en Suiza las cuentas de Covelia y todo eso Lilita me llamó y me dio todo su apoyo. -¿Se restableci­ó la relación que tenían? -No, no, porque, digamos, éramos amigas. -¿Nunca tuvieron “esa” charla que permite limar asperezas?

-No, no la hemos tenido. Quizá nos la debemos. Yo siempre he tenido mucho respeto por ella y estoy convencida de que siempre hemos dado, por ahí en distintos lugares, las mismas peleas, y eso es lo bueno, ¿no?

-Más allá del reconocimi­ento de la gente, ¿se arrepiente de haber formado parte de los gobiernos de Néstor y Cristina?

-No me arrepiento porque si no hubiera aceptado no se hubiera descubiert­o la mafia de los medicament­os, la de la efedrina y otras cosas que denuncié y ayudé a descubrir. Hice las denuncias estando en el gobierno. Estuve del 2004 al 2007 en el PAMI y un año y cinco meses en el Ministerio de Salud y después me fui a mi casa. Y estuve tres años trabajando en el sector privado. Al principio fue duro porque, bueno, había mucho miedo a contratart­e. Los K en eso eran tremendos.

-¿No la sorprendió, después de las denuncias que había hecho, que Cristina le ofreciera ser ministra de Salud?

-No. Yo creo que Cristina quería llevar adelante algunas reformas, y después el gobierno se complicó mucho con el conflicto del cam- po, y de esa mujer que quería ser una presidente igual para una sociedad como la de Alemania, terminó perdiendo la brújula de su propio gobierno. Y las cosas que quería hacer en salud después no las podía ni las quería hacer porque era ir contra parte de sus socios políticos, que eran dirigentes sindicales como Zanola, que yo lo mandé preso con la mafia de los medicament­os y que había sido uno de los financiado­res de su campaña. -¿Usted cree que ella tenía buenas intencione­s, o era una actuación?

-Hoy puedo decir que creo que era una actuación y no tenía ninguna voluntad de hacerlo, pero en aquel momento ella misma lo decía, aunque después en su biografía dijo que se arrepintió de haber nombrado a dos personas, a Martín Lousteau y a mí. Es una pena, porque pensé que se iba a arrepentir de haber nombrado a De Vido, López, Jaime, pero no, evidenteme­nte no. -¿Qué señalaría como fortalezas y debilidade­s en el gobierno de Cambiemos?

-Como fortalezas, el apoyo de la gente a la idea de poner fin al pasado, y una serie de medidas duras, pero que también eran necesarias, como las tarifas, que en el mediano plazo van a tener mejoras. Argentina dejará de importar miles de millones de dólares en gas y eso se podrá dedicar a desarrollo; y las obras públicas que se están haciendo. -¿Hay algo con lo que no esté de acuerdo?

-Con el tema tarifas me parece que hay sectores que aún necesitan mayor protección. Creo que con la tarifa social a veces hay mucha rigidez en algún área, como Energía.

Nunca restableci­mos con Carrió la relación que teníamos, porque éramos amigas. Quizás nos debamos una charla”

 ?? RUBÉN DIGILIO. ?? En la Legislatur­a de la Ciudad. Ocupa una banca desde 2013. En pareja desde hace 20 años con Juan Amado se casaron en 2011, y cuando pueden, juntos practican tai-chi.
RUBÉN DIGILIO. En la Legislatur­a de la Ciudad. Ocupa una banca desde 2013. En pareja desde hace 20 años con Juan Amado se casaron en 2011, y cuando pueden, juntos practican tai-chi.

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