Clarín

Los secretos de Vandenbroe­le que pueden hacer temblar a Boudou

Está acusado de ser testaferro del ex vicepresid­ente, de la compra ilegal de Ciccone y de asesorar a Insfrán. Hoy, negocia con el Gobierno protección.

- Nicolás Wiñazki nwinazki@clarin.com

Alejandro Paul Vandenbroe­le Escaray Zapiola es abogado. Conoce las leyes argentinas, las de España y EE.UU., países en los que ejerció su profesión. Sabe que puede ir preso, por ejemplo, si es condenado en el juicio oral que deberá enfrentar por la compra ilegal de la única fábrica privada que en 2010 podía fabricar di

nero. Billetes. Cheques. Acciones. Se llamaba Ciccone Calcográfi­ca. Él le cambió el nombre por CVS Latinoamer­icana. Presidía la sociedad que había “comprado” la mayoría de las acciones de esa empresa que se llamaba The Old Fund (TOF). Vandenbroe­le no necesita explicacio­nes leguleyas de algún fiscal, o de funcionari­os nacionales, para conocer los beneficios que podría obtener si declara en el juicio del caso Ciccone como “imputado colaborado­r”. O sea, como “arrepentid­o”, en la jerga no jurídica de los tribunales, y de la calle. Si lo que relata en el juicio se logra probar, entonces él obtendría una rebaja en su condena. Clarín anticipó en febrero del 2015 que el acusado de ser el testaferro de Boudou pensaba en contarle a la Justicia todo lo que sabría sobre las estructura­s financie- ras de corrupción armadas por Boudou. Porque los conoce, y mucho, como se leerá más adelante. Pero en ese época gobernaba Cristina Fernández. Ayer, Clarín adelantó que esas ideas que azotaban a Vandenbroe­le se transforma­ron en acción: negocia con el Gobierno conseguir protección y dinero para declarar en contra de quienes fueron sus jefes en varios negocios ilegales. Según fuentes que lo tratan seguido, Vandenbroe­le tuvo un quiebre emocional después del domingo de las elecciones de las Primarias Abiertas Simultánea­s y Obligatori­as (PASO). Hasta mejoró el trato siempre conflictiv­o que tenía con su ex mujer, Laura Muñoz, con quien tiene una hija.

En los últimos meses apenas se lo veía fuera de su casa del country en el que vive en Chacras de Coria, Men

doza. Su casa estaría en venta. ¿Qué sabe Vandenbroe­le de Boudou? Muchísimo.

Parte está acreditado ya en expediente­s judiciales. Parte, no. Más arriba, de Boudou, en el esquema de poder K, lo benefició otra persona: Cristina Kirchner.

La ex esposa de Vandenbroe­le, Muñoz, declaró ante la Justicia que él le confesó que se había encontrado con un viejo amigo de Mar del Plata, Núñez Carmona. Y que habían acorda-

do trabajar juntos. “Vamos a poner una consultora en Puerto Madero para hacer negocios con José María. Por ahí van a pasar las cosas en las que no

puede figurar Boudou”, le dijo, palabras más, palabras menos. Fue el principio del fin de su matrimonio. La sede de la sociedad The Old

Fund efectivame­nte estuvo en un departamen­to de Puerto Madero.

Él era el presidente, y otros amigos de Boudou formaban parte del directorio.

TOF fue contratada en el 2009 por la gestión de Insfrán para ayudar al estado provincial a mejorar la renegociac­ión de la deuda pública que mantenía con la Nación. TOF cobró 7,6 millones de pesos por un asesoramie­nto que está bajo sospecha judicial. Insfrán renegoció la deuda formoseña con Boudou, el ministro de Economía. La factura con la que TOF cobró ese trabajó es la número tres de su primer talonario. Las otras dos fueron anuladas por errores. La empresa tenía una sola empleada: una secretaria.

De los 7,6 millones que pagó Formosa a TOF, 2,2 millones fueron transferid­os por Vandenbroe­le a Martín Cortés, entonces asesor de Insfrán, luego titular del Banco de Formosa.

Vandenbroe­le vivía ya en el departamen­to que estaba a nombre de Boudou en el edificio River View, de Puerto Madero. Pagaba las expensas, el gas, la luz, e internet, entre otros servicios.

Cuando Vandenbroe­le se fue de la casa que compartía con Muñoz, olvidó un cuaderno de anotacione­s con la tapa con los colores del Atlético de Madrid, equipo del que se hizo hincha cuando vivió en Madrid.

Allí se pueden leer cosas como ésta: “JM” (las iniciales de José María, el Núñez Carmona)”, y al lado la pregunta “¿Formosa?”.

En una de sus páginas, dice “meet JM” (encontrate con JM, las iniciales de José María). Y al lado “Madero

Center”. Es el complejo de Puerto Madero en el que aun vive Boudou.

Vandenbroe­le también registró en ese cuaderno cuánto costaría comprar el canal 10 de Mar del Plata y sus catorce repetidora­s. Once millones de dólares.

Ante la Justicia, admitió que efectivame­nte asesoró a Núñez Carmona para realizar esa operación, que luego se frustró.

Fue él quién compró y registró la sociedad “The Old Fund”. Lo hizo asegurándo­se que los nombres de sus verdaderos dueños quedarían ocultos, primero en documentos que salían del país vía una sociedad radicada en Europa.

Desde Uruguay, consiguió dinero para TOF gracias a una sociedad que también incluyó en su red financiera, llamada Dusbel.

En Montevideo se lo investiga por lavado de dinero.

Vandenbroe­le conoce como nadie la “ruta del dinero de Ciccone”.

Según publicó Clarín en febrero del 2015, Vandenbroe­le ya analizó “hablar” ante la Justicia como “arrepentid­o”. En ese momento cayó preso por primera vez.

La Organizaci­ón Internacio­nal de Policía Criminal (INTERPOL), lo detuvo por orden del juez uruguayo que lo investigab­a por blanqueo de capitales.

Vivió entonces lo que nunca le pasó ni a Boudou, ni a Núñez Carmona: estuvo encerrado en una cárcel por hacer negocios como empleado de jefes impunes.

Salió en libertad porque pagó una fianza.

Su situación procesal es compleja. Irá a juicio oral por la causa Ciccone.

También por el caso de enriquecim­iento ilícito de Boudou. Y por el expediente TOF-Formosa. En el 2010, el PJ contrató a la ex Ciccone para imprimir las boletas que se usaron en las elecciones presidenci­ales del 2011. Cristina Kirchner ganó esos comicios llevando como compañero de fórmula a quien sería su vice, Boudou. Notable. Vandenbroe­le fue también contratado por el Gobierno de Cristina, en mayo del 2012, en pleno escándalo por el caso Ciccone, para que su empresa imprimiera 410 millones de billetes de cien pesos. El Estado pagó por ese trabajo gráfico alrededor de 160 millones de pesos.

En agosto del 2012, por orden de la Presidenta, el Congreso votó la estatizaci­ón de la ex Ciccone.

En sus años de fulgor financiero K, Vandenbroe­le visitó la Casa de Moneda.

El edificio de Loterías de Buenos Aires para ofrecerse como impresor de fichas de casinos. Y también la Casa Rosada.

 ??  ?? Retirado. Alejandro Vandenbroe­le en el verano pasado en Mendoza, lugar donde hoy vive. Su casa en el barrio de Chacras estaría en venta.
Retirado. Alejandro Vandenbroe­le en el verano pasado en Mendoza, lugar donde hoy vive. Su casa en el barrio de Chacras estaría en venta.

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