Inquietud por los ataques en Bruselas y Londres
Bruselas y Londres sufrieron la noche del viernes al sábado sendos intentos de ataques terroristas. En la “capital” europea, un belga de origen somalí atacó a tres militares –patrullan las calles en apoyo a la Policía- con un arma ficticia y un cuchillo. Los militares respondieron disparando. El hombre murió horas después en el hospital. En Londres, delante del Palacio de Buckingham, otro hombre atacó con un sable a varios policías desarmados.
Tanto las autoridades belgas como las británicas calificaron los incidentes como “terroristas”. Los ataques se produjeron la víspera de la marcha de cientos de miles de personas en Barcelona.
La Fiscalía belga explicó este sábado que el hombre que atacó a los militares se acercó a ellos por la espalda gritando “Allah Akbar” (Dios es el más grande) y llegó a clavar el cuchillo a uno de ellos. Otro de los militares disparó dos veces y el yihadista “murió en el hospital por esas heridas”, según la Fiscalía. El ISIS se atribuyó el ataque a través de la red social Telegram.
Las autoridades señalaron que el agresor, de 30 años (llegado a Bélgica en 2004 y nacionalizado en 2015), llevaba también una pistola que resultó ser falsa y dos coranes. El hombre no estaba en ninguna lista de sospechosos de actividades yihadistas pero tenía antecedentes por actos violentos.
Desde los atentados del 22 de marzo de 2016 contra el aeropuerto internacional de la ciudad y una estación del subte que dejaron 32 víctimas mortales, Bélgica ha sufrido varios incidentes similares cuando individuos aislados intentaron atacar a militares o policías.
El ataque en Londres se produjo apenas media hora más tarde que el de Bruselas. Un hombre de 27 años residente en Luton, detuvo su auto frente al Palacio de Buckingham. Los policías detectaron que el hombre llevaba en su auto un sable. Cuando intentaron detenerle (los agentes, como muchos en el Reino Unido, iban sin armas), fueron heridos levemente. El individuo fue arrestado.