Segunda Guerra Mundial: los archivos desclasificados de Cancillería argentina
El Ministerio de Relaciones Exteriores digitalizó 74.128 documentos que pasaron por su cartera entre 1939 y 1948. Informes, cartas, telegramas cifrados y chismes reflejan la tensión reinante y las inquietudes (e intenciones) de los diplomáticos.
Una cosa es el saber de los manuales; otra muy distinta, la experiencia documental. Para sumergirse en el rol de la Argentina durante la Segunda Guerra Mundial no hay que esperar al 1 de septiembre, cuando se conmemoren 78 años del estallido bélico, ni al próximo 10 de abril, cuando se cumplan 80 años del tenebroso show filo-nazi que se celebró en el estadio Luna Park por el Día de la Unidad. Ninguna efeméride opaca la novedad de que archivistas de la Cancillería argentina, en un trabajo largo y dedicado -junto a expertos del United States Holocaust Memorial Museum de Washington (USHMM), Estados Unidos-, terminaron de digitalizar 74.128 documentos que el Ministerio de Re- laciones Exteriores y Culto recibió de (y envió a) sus embajadas y consulados, entre 1939 y 1948.
La delicadeza que demandó el contexto en el ir y venir de la información da, hoy, sus frutos. Hasta la mayor trivialidad, con la tediosa jerga taxativa del día a día, volcada en el soporte de un papel que pasó por la ventanilla de una mesa de entradas ministerial puede, si es leída crítica- mente y con distancia, reconstruir la historia. Y también se expresan (a los gritos) los silencios: los asesinatos en masa en los campos de exterminio nazi, de los que apenas el archivo de Cancillería ofrece alguna mención.
“Los documentos habían estado más de 30 años en el piso de arriba de la División Talleres y Combustibles de la Policía Federal. Imaginate. Combustible, papel... una bomba molo- tov”. Las palabras son de Alba Lombardi, licenciada en Historia y archivista pisando sus treintas, que arrancó como pasante del ministerio en 2007, para integrar el equipo que mudaría y reordenaría los entre 6 y 7 kilómetros lineales del archivo ministerial. Todo por un decreto de 2006 que estableció modernizarlo y relocalizarlo. Ahí, Segunda Guerra es una subsección. Los primeros documentos del Ministerio se remontan a 1810.
Como explica Alba, “la subsección ‘Segunda Guerra’ es muy diversa, con grandes temas y nimiedades. De macropolítica a casos puntuales, siempre en el marco bélico. También, temas internos, como cuando se internaron los tripulantes del acorazado alemán Graf Spee (ver “Historias mí
nimas...”). O la acción consular ante el caso de ciudadanos argentinos detenidos en un campo de exterminio. Todo en un contexto donde había que enfatizar y justificar la posición de neutralidad, a lo que siguió una presión desde el exterior, que también se puede leer en este archivo”.
Los documentos están en carpetas opacadas por el tiempo. “En realidad son expedientes”, corrige Laura Assali, también licenciada en Historia y archivista, empleada de Cancillería desde 2011. Las carpetas están guardadas en robustas cajas de metal; las que llevan el rótulo “Guerra europea” son 129. Cada caja tiene su lugar en