El libro incompleto según las palabras de Piglia y Borges
Hace unos días, Vila-Matas repasaba El último lector de Ricardo Piglia y tiene planeado escribir un artículo sobre su relación con Mac y su
contratiempo: “Lo había leído hace cuatro o cinco años y ahora me encuentro con que debió influir en lo que he escrito. Él habla de que hay un tipo de lector que es, más bien, un escritor, que de alguna forma mira como está compuesto el libro más que la trama. Y menciona a Manuel Puig, que decía que cada vez que leía una novela tendía a modificarla. Mac es un lector que escribe, sin dudas. Y al querer modificar lo que lees, tienes la sensación de que toda novela es incompleta y de que no hay ninguna cerrada. Todas están en manos del lector, las puede transformar”.
Además de haber cultivado una amistad durante años, Piglia y VilaMatas siempre se tuvieron mutua admiración. El escritor argentino aparece nombrado en un fragmento de Mac y su contratiempo para sostener que en la literatura no existe la idea de progreso.“Él tiene un texto muy interesante sobre mi libro Du
blinesca y ha sido uno de los que más me han descubierto cosas sobre lo que hago, confirmando que son los escritores los que más pueden aportar cuando se hace crítica literaria”, recuerda Vila-Matas.
No tarda en aparecer la comparación con otro autor clave de las letras argentinas: “Borges inventa la idea del lector que escribe. Y que es, además, un tipo de lector nuevo. No es el lector como Kafka, que lee en casa de sus padres frente a los puentes de Praga, sino uno que circula por toda una biblioteca universal y que va de un lugar a otro”, dice el autor catalán al realzar El libro de are
na, donde aparece la figura de un lector que “dispone de un libro que jamás podrá alcanzar a leer en tiempo de vida, un lector que no se sabe en qué espacio ni tiempo está y que abarca un espacio infinito, coincidiendo con el lector de internet”.