Desde Argentina a Europa, una ola de condenas a Pyongyang
Desde la Argentina a la Unión Europea, pasando por Chile y Honduras hasta las lógicas condenas de Corea del Sur, Japón y Estados Unidos, el planeta entero repudió al régimen norcoreano por haber lanzado el lunes a la noche (hora argentina) un misil que sobrevoló el territorio nipón.
En un comunicado, el ministerio de Relaciones Exteriores argentino manifestó ayer “su más enérgico repudio” al nuevo lanzamiento de un misil balístico, lo calificó como “otro acto de hostilidad y provocación” y exhortó al régimen de Pyongyang a respetar la ley internacional para poner fin “a esta metodología de actos hostiles en la región”.
El proyectil norcoreano fue lanzado desde una base situada en las cercanías del aeropuerto internacional de Pyonyang y sobrevoló la isla japo- nesa de Hokkaido, para romperse luego en tres partes que cayeron al Pacífico tras recorrer 2.700 kilómetros.
Ayer, los gobiernos de Washington, Tokyo y Seúl condenaron la actitud “hostil” de la república comunista norcoreana y llamaron a una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, propuesta que recibió inmediatamente la adhesión de la Unión Europea. Otras actitudes de rechazo, aunque más moderadas, provinieron de China, Rusia, el Reino Unido, Alemania y otros países del bloque.
En una nota, Bruselas rechazó duramente el último ensayo misilístico de Corea del Norte sobre Japón, al que consideró “una grave amenaza para la paz y seguridad internacionales”, y anunció su disposición a aprobar nuevas sanciones contra el país comunista. La jefa de la diplomacia europea, la italiana Federica Mogherini, dijo a su turno que el bloque considerará, en estrecha cooperación con sus socios internacionales y en línea con las deliberaciones del Consejo de Seguridad de la ONU, “una reacción adecuada” a la actitud de Corea del Norte. Al mismo tiempo, Mogherini manifestó su apoyo al pueblo de Japón ante la “amenaza directa” que supuso el lanzamiento del misil.
Sin embargo, en línea con los prin- cipales países del bloque europeo que refuerzan una salida diplomática a la crisis, se mostró cautelosa a las presiones para una respuesta violenta a las provocaciones del régimen de Kim Jong-Un. En tal sentido, Mogherini aseguró que “incluso pensar” en una solución militar al programa nuclear de Corea del Norte y a las tensiones en la región “no sólo es peligroso, sino que no resuelve el problema en absoluto”.
En América latina, la mayoría de las cancillerías coincidieron con la posición del gobierno de Buenos Aires. Chile, por ejemplo, sostuvo que el lanzamiento amenaza la paz internacional y expresó su deseo de que las “acciones irresponsables” de Corea del Norte no desemboquen en un enfrentamiento nuclear, por lo que llamó al diálogo.