Argentina dejó Bahía Blanca con la valija llena de señales positivas
La Selección plagada de jóvenes mostró temple sin Scola. La mala: Deck se esguinzó el tobillo derecho y debió salir.
Sensaciones muy positivas le dejó al seleccionado argentino masculino de básquetbol el cuadrangular del Grupo B de la AmeriCup, que se disputó en Bahía Blanca y que cerró ayer con el triunfo de los dirigidos por Sergio Hernández por 104-58 ante Islas Vírgenes.
Hacia el cuadrangular final de Córdoba, donde el sábado enfrentará a México, Argentina viajará contento no sólo por las estadísticas y los nú- meros finales, que lo dejaron primero en el grupo, con tres victorias en igual número de presentaciones, sino también por el nivel de juego que logró desplegar el equipo durante muchos momentos. Por cómo respondió ante situaciones adversas. Y por los buenos rendimientos que mostraron varios jugadores.
“Estamos en el buen camino para conseguir nuestra identidad, que es mucho más trascendental que el título. Nos estamos conociendo y acá lo individual quedó al margen en pos de lo colectivo”, sintetizó el base Facundo Campazzo.
Si el balance no fue perfecto fue simplemente por las lesiones de Luis Scola, baja para el resto del torneo tras el desgarro en el gemelo derecho que sufrió el lunes, y de Gabriel Deck, que ayer se esguinzó el tobillo derecho.
En un Oslvado Casanova a pleno,
Estadio: Osvaldo Casanova. Árbitros: Julio Anaya (Panamá), Rodrigo León Mejía Mesa (Colombia) y Jesed Díaz (Puerto Rico). como había estado en los partidos anteriores ante Venezuela y Canadá, Argentina pasó por arriba a un rival inferior. Islas Vírgenes salió a la cancha relajado, con la tranquilidad de saberse clasificado al cuadrangular final, gracias a la victoria por 75-66 de Canadá a Venezuela, que determinó la renuncia de Néstor García como entrenador. Pero el equipo celeste y blanco, suelto en ataque y muy firme en defensa, dominó el juego desde el primer minuto -arrancó con un parcial de 15-0, de la mano de un inspirado Nicolás Brussino- y nunca vio peligrar su victoria.
Como ya lo había hecho ante Venezuela, Campazzo fue clave en la conducción, aunque también entró muy bien Nicolás Laprovíttola, que no había tenido actuaciones muy destacadas en los encuentros anteriores. Y liderados por el base cordobés, brillaron Brussino, Deck, Lucio Redivo, Patricio Garino y Tayavek Gallizi.
Tal vez la tranquilidad más grande que se llevará el entrenador argentino de Bahía Blanca es saber que este nuevo seleccionado plagado de jóvenes supo sobreponerse al golpe que significó perder a Scola, su experimentado líder, y encontró durante varios pasajes de los partidos una identidad de juego colectivo.
Con la nueva generación demostrando su talento en la cancha, hubo también un momento especial para recordar a los históricos. Porque entre cuarto y cuarto, recibieron su merecido homenaje cuatro bahienses: Alejandro Montecchia, Juan Espil, Hernán Jasen y Juan Ignacio Sánchez, que se emocionó hasta las lágrimas. Cada uno se llevó una ovación de todo el público. Como se la llevó esta joven Selección, dueña de una valija llena de ilusiones.