“Quién ganó las PASO, es como preguntarse quién ganó la Supercopa”
Hubo una conjunción de factores. Nos aguijonearon diciéndonos que eran las últimas y las esperamos durante meses, como esperamos el 2000 porque algo terminaba. Ocurrieron un domingo de agosto, porque todo llega. Ya pasaron más de dos semanas, porque todo pasa, y sin embargo no alcanzan a perderse de vista, como los lentos barcos en el horizonte marino. A pesar de todo, es como si hubiesen ocurrido ayer, y más allá del escrutinio final conocido ayer, ahí están, cargadas de profecías, de misterios y de novedosas ansiedades por unas milésimas que con mayores razones suelen conmocionar al atleta de los 100 metros llanos apenas cruza la meta.
Fueron 0,23% “a favor” de Cristina. Todos se preguntaban quién ganó las PASO en Buenos Aires, como si fuera que alguien pudiera decir sueltamente: “Gané las primarias, más allá de su lista”. El escrutinio definitivo fue una minucia más, porque lo curioso es que no alterará la participación ni de Bullrich (elegido) ni de Cristina (lista única), que dentro de 60 días estarán candidateándose como senadores provinciales de sus respectivos partidos, con altas probabilidades de ocupar sus sillas sin despeinarse.
Es como si nos preguntásemos quién fue el gran campeón universal de fútbol de la temporada 2016-2017 que ya terminó en los cinco continentes: en España, el Real Madrid obtuvo 93 puntos y, acá, Boca 63. ¿Indica algo eso? Los 91 puntos de la Juve, los 82 del Bayern, los 80 del Palmeiras. ¿Los hacen más, o menos, campeones que al Real? No se preguntan tantas cuestiones los hinchas del Celtic de Escocia, del Feyenoord de Holanda, del Chelsea, del Mónaco o del Benfica que cantaron victoria en sus pagos. Al fin y al cabo cada cual ganó su liga (su lista) y les alcanza y sobra; tiraron la casa por la ventana celebrando además en lo lindo que va a ser cuando diriman ( bonus, chiripa) esas supercopas intercontinentales mucho más emocionantes que nuestras primarias eternas. Javier Arguindegui javierarguindegui@hotmail.com