Inquietud oficial porque Brasil amenaza con bloquear las importaciones de leche
La decisión está en estudio en Brasilia y afectaría la leche en polvo producida en Argentina y Uruguay.
En Agricultura sentenciaban ayer: Brasil no comunicó nada oficialmente y las ventas de leche de Argentina a Brasil “no corren riesgo”. Sin embargo en otras áreas del Gobierno afirmaron a este diario que se buscará aclarar con Brasilia las recientes palabras de Blairo Maggi, ministro de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de la administración Temer, porque sí generaron inquietud.
Maggi dijo que su país busca excluir del libre comercio del Mercosur a las importaciones de leche en pol
vo desde Argentina y Uruguay, por el reclamo latente de los productores brasileños.
“Vamos a hacer estudios para evaluar esa posibilidad, inclusive ya le comuniqué eso al presidente Michel Temer y al ministro de Relaciones Exteriores, Aloysio Nunes”, insitió Maggi.
Mientras que en Argentina el Gobierno reaccionó con cautela, en Uruguay hubo una fuerte reacción, sobre todo porque tiene un ingreso libre por año, mientras que los argentinos exportan a Brasil leche en polvo en cuotas. El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca oriental, Tabaré Aguerre, sentenció a través del diario El Observador que la reglamentación del Mercosur “no permite establecer cuotificaciones de productos de forma unilateral”.
Sin embargo, también reconoció que eso puede “continuar a nivel del sector privado”. Brasil en realidad importa sólo un 1% ya que es autosuficiente. De ese 1%, 60% le vende Uruguay y el otro 40% se lo vende Argentina. Brasil importó en los primeros siete meses de 2017, 18.718 toneladas de leche en polvo entera de la Argentina. A Uruguay le compró 35.188 toneladas. Recientemente hubo reuniones entre argentinos y brasileños del sector buscando un acuerdo para eliminar el cupo a las importaciones, una situación que equipararía a la Argentina con Uruguay, amenazado ahora por las palabras de Maggi.
Las amenazas de Maggi resultan incómodas para estos momentos en que el Mercosur negocia un acuerdo de libre comercio con Europa, donde en realidad la posición brasileña no parece dispuesta a acelerar los tiempos como sí lo pretende el gobierno de Mauricio Macri, cuyos negociadores buscan a nivel bilateral con Brasil resolver el fuerte déficit que sigue manteniendo en lo que hace a la industria automotriz.
Para la Argentina, además, estas amenazas se producen en un contexto del comercio exterior focalizado en conflictos de otro tenor. El Ministerio de Agroindustria, que comanda Ricardo Buryaile, batalla con la Cancillería y Producción para que el Departamento de Comercio de EE.UU. revierta su decisión de elevar aranceles del biodiésel a entre el 50% y el 64%. Y además también en el medio de las negociaciones con Europa para que se vuelva abrir el mercado europeo al biocombustible tal como lo determinó la OMC. El próximo 7 de septiembre un panel de la Organización decidirá cómo sigue. El secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Horacio Reyser, viajará a Bruselas por esta cuestión, en un momento crucial.
Las amenazas de Maggi al sector lechero del Mercosur, según dijo él mismo, es porque considera que dichas importaciones afectan la cadena lechera en todo Brasil, especialmente a los estados de mayor producción, como Río Grande do Sul y Minas Gerais.