En Esquel, donde está preso Jones Huala, la gente no marchó

Bajo una lluvia que caía finita y con una temperatura que no superó los cero grados, unas 200 personas marcharon ayer en Esquel para reclamar por la aparición de Santiago Maldo- nado.

Primero se reunieron en la plaza central, donde se leyeron documentos, y luego caminaron -en paz- por unas quince cuadras de la zona céntrica de la ciudad.

A diferencia de lo que ocurrió en El Bolsón, y también en la Capital Federal (Ver páginas 4 y 6), aquí no se pro- dujeron hechos de violencia.

En la previa muchos creían que al estar detenido en esta ciudad (con pedido de extradición de la justicia chilena y hasta tanto se resuelva ese trámite) el referente de la Resistencia Ancestral Mapuche, Facundo Jones Huala, podrían haberse generado inconvenientes, pero nada de eso ocu- rrió.

“Nosotros vimos cómo Gendarmería se llevó a Santiago”, dijo Soraya Moicanio, mapuche de la comunidad Pu-Lof que aquel 1 de agosto, según afirmó ella misma , estaba en la toma del territorio en el departamento de Cushamen sobre la ruta 40 que fue desalojada por la fuerza federal encargada de custodiar las zonas de frontera.

Sin embargo ante la consulta de este diario sobre si declararon ante la justicia, afirmó que “lo harán en los próximos días”.

La mujer luego agregó que ellos no son la RAM: “Nosotros no actuamos con violencia, pero si tenemos que defender el teritorio con piedras, lo vamos a hacer”.

Sin presencia de gendarmes ni otras fuerzas de seguridad nacionales que controlaran la marcha, fueron los policías provinciales quienes se encargaron de detener el tránsito mientras avanzaban los manifestantes.

“Vecino, vecina, no sea indiferente, la Gendarmería hoy se está llevando gente”, cantaron con fuerza los manifestantes en Esquel mientras pasaban por el edificio del juzgado federal que lleva adelante la investigación por la búsqueda del artesano bonaerense, cuya desaparición fue denunciada tras el corte de ruta en Cushamen, ocurrida hace ayer justo un mes.