Rusia acusa a los EE.UU. de poner en riesgo la seguridad internacional
Es por la orden de Washington para que cierre su consulado en San Francisco y otras dos dependencias.
El gobierno ruso advirtió ayer que puede tomar muy duras medidas como replica a la decisión norteamericana de ob ligar al Kremlin a cerrar su consulado en San Francisco entre otras dependencias diplomáticas en Washington y Nueva York. La medida norteamericana respondió a su vez a la disposición de Rusia para que Estados Unidos. reduzca a la mitad el personal de su embajada en Moscú. Este tironeo ente los dos países ha venido agravado al ritmo del escánda- lo Rusiagate y las denuncias de hackeo por parte del Kremlin para influir en las elecciones presidenciales que llevaron a Donald Trump a la Casa Blanca.
Ayer el Kremlin criticó las disposiciones de EE.UU. como una amenaza a la seguridad global. “La Administración (de EEUU) sigue destruyendo las relaciones bilaterales, quizás sin plantearse siquiera las consecuencias no sólo para nuestros dos países, sino para la seguridad internacional en general”, dijo en rueda de prensa Yuri Ushakov, asesor del presidente Vladímir Putin.
Entre los anexos diplomáticos que deberán ser cerrados figura la oficina comercial de la embajada rusa en Estados Unidos, una orden que “arrincona aún más las relaciones bilaterales”, agregó Ushakov.
El cierre de la oficina comercial constituye “una señal de que, en lu- gar de desarrollar las relaciones económicas, quieren hundirlas”, se lamentó el ruso, que calificó además de “inexplicable” que la Casa Blanca le diera menos de dos días a los diplomáticos rusos para el cierre de tres dependencias.
El canciller Serguei Lavrov prometió una replica severa a las medidas norteamericanas. “Tendremos una respuesta dura a cualquier medida que venga sorpresivamente para perjudicarnos y que provengan únicamente del deseo de estropear nuestras relaciones con EE.UU.”, dijo el ministro.
Por su lado, el asesor Ushakov afirmó que Moscú pensará “con tranquilidad cómo responder” y dio a entender que el Kremlin podría incluso abstenerse de reaccionar. “En cierta medida, no nos apetece entrar en el juego, porque alguien tiene que ser razonable y detenerse”, dijo .
La decisión original de Putin para expulsar a los diplomáticos norteamericanos fue adoptada después de que los Estados Unidos aprobaran un nuevo paquete de sanciones económicas por su supuesta injerencia en las elecciones estadounidenses. La legislación resuelta por el Capitolio, fortalece las sanciones contra Rusia y limita la capacidad del presidente estadounidense, Donald Trump, de levantarlas sin el visto bueno del Congreso.
En represalia, Rusia ordenó al Gobierno estadounidense que a partir del 1 de septiembre reduzca de manera significativa en 755 personas el número de diplomáticos y personal técnico que trabaja en su embajada en Moscú y en los consulados de San Petersburgo y otras ciudades. El planteo es que tengan el mismo número del personal diplomático que Rusia destaca en Estados Unidos.