“Temo que el presidente un día se levante y actúe de forma precipitada”
Según este experto, Trump no atiende a las relaciones diplomáticas y podría decidir de forma intempestiva un ataque a Corea del Norte.
--¿Hasta dónde puede llegar la escalada con Corea del Norte?
--La variable que nos tiene a todos preocupados es que, por primera vez, en una parte del conflicto -Estados Unidos- tenemos a un presidente muy volátil que no atiende a lo que serían relaciones internacionales y diplomáticas normales. Mi temor es que un día Donald Trump se levante y decida actuar de forma precipitada o lleve a cabo algún tipo de acción militar que lo único que desataría es un conflicto enorme que básicamente afectaría a sus aliados. Si los Estados Unidos se lanzan un ataque preventivo o se empieza una guerra con Corea del Norte, el número de víctimas más elevado será en Corea del Sur y en Japón, no en EE.UU. Por eso los aliados piden prudencia.
--¿Cree que parte del gabinete llevará a Trump a moderarse?
--El ministro de Defensa James Mattis, el asesor de Seguridad Nacional Herbert McMaster y el jefe de Gabinete John Kelly – los tres, ex militares--por experiencia seguramente le van a decir que no siga adelante con este tipo de amenazas. También el secretario de Estado Rex Tillerson. Pero el problema con Trump ha sido que, a pesar de lo que le digan sus ministros, él sigue pronunciando declaraciones de envergadura que luego tienen consecuencias. Él no se da cuenta que lo que dice en Twitter y sus bravuconadas provocan un tema de percepción. Si en Corea del Norte, que es un país totalmente aislado, escuchan a un presidente como Trump diciendo que les va a caer una lluvia de fuego, es natural que su líder busque incrementar ese nivel de paranoia. Estamos frente a esta dinámica, pero no creo que se vaya a llegar a más.
--¿Esta escalada puede ser ruido para diplomacia o negociación secreta?
--Tanto la ONU como las representaciones aquí en Washington tienen canales de comunicación con Norcorea y a través de terceras embajadas y representantes especiales que los dos países tienen para tratar estos temas. El problema son los líderes díscolos. Es decir, la conversación se está efectuando. El nuevo presidente de Corea del Sur (Moon Jae-in), que es pro negociaciones, va a intentar que esto se atempere. La salida tiene que ser que a nadie le interese un final militar. Para el líder de Corea del Norte el objetivo es preservarse en el poder y sabe que si lanza algún tipo de guerra va a ser destruido. Si bien podría hacer mucho daño, no va a ganar una guerra y en eso están, en tratar de conseguir pequeñas victorias.
--¿Y qué rol debería jugar China?
--Debería jugar un rol fundamental pero el problema con China es que le va muy bien tener a Corea del Norte como almohadón entre sus propias fronteras y las fronteras de sus aliados estadounidenses. Es decir, China también está jugando su juego de estrategia porque si se consiguiera una resolución pacífica y una unificación de la península, tienen de repente a las tropas de Estados Unidos en su frontera, algo que no les interesa para nada. Entonces ellos han estado jugando este juego de intentar rebajar las tensiones y al mismo tiempo haber sido muy laxos con el comercio con Corea del Norte y también con flujos energéticos, económicos y armamentísticos con Pyongyang. A China le ha ido muy bien tener este actor paria entre ellos y Corea del Sur. El tema es que el gobierno de Beijing China no acepta que Corea del Norte es un problema global y que un régimen tan desestabilizante supone también una amenaza para ellos.