Descubren que le dieron un sedante a Anahí antes de abusarla y matarla
Ayer indagaron a uno de los sospechosos. “Yo estuve con una persona”, fue lo único que declaró.
Una nueva pericia determinó que Anahí Benítez, la adolescente de 16 años asesinada en Lomas de Zamora, tenía en su estómago diazepam, un ansiolítico que puede funcionar como sedante. Ese dato refuerza la hipótesis de los investigadores: creen que la joven estaba en estado de inconsciencia cuando fue abusada y que por eso no mostraba signos de haberse defendido.
El dato se conoció ayer a la tarde, luego de que Marcelo Villalba (40), cuyo ADN fue hallado en el cadáver de la víctima, se negara a declarar ante las fiscales. En su paso por tribunales, sólo manifestó en forma enigmática: “Yo estuve
con una persona”. Por último, agregó que solicitará una nueva audiencia para ampliar sus dichos para la semana que viene, al reincorporarse su defensor oficial.
Su situación está cada vez más complicada. Según detallaron fuentes del caso a la agencia Té
lam, las ampliaciones de dos peritajes realizados por los forenses establecieron la presencia del diazepam, aunque aún resta el estudio en la sangre de la adolescente para determinar la cantidad exacta que ingirió de esta droga.
El Diazepam es un ansiolítico derivado de la Benzodiazepina, que cumple funciones de miorrelajante y anticonvulsivante, pero que en altas dosis puede actuar como sedante: produce inhibición en la actividad física y un letargo en la reacción.
Además, los resultados de la pericia histopatológica fueron compatibles con una actividad sexual reciente. En base a esos indicios, los forenses señalaron que el abuso se podría haber realizado sin mediar violencia física por el estado de sedación al que habría sido sometida Anahí.
En cuanto a Villalba, las fiscales Verónica Pérez y Fabiola Juanatey, titulares de la UFI Especializada en Violencia de Género de Lomas de Zamora, ampliaron su acusación de “encubrimiento” a la de “privación ilegal de la libertad, abuso sexual agravado y homicidio agravado”, luego de que los peritajes revelaran que el ADN del detenido era compatible con el patrón genético del semen hallado en el cuerpo de la víctima.
Por el mismo delito también está detenido Marcos Esteban Bazán (34), en cuya casa los investigadores creen que estuvo cautiva la joven. La hipótesis de las fiscales es que tras el crimen, los sospechosos trasladaron el cuerpo hasta el lugar donde luego fue hallado, a 300 metros de la vivienda de Bazán, en la Reserva Natural Santa Catalina.
Bazán que se declaró inocente dos veces y desde hace cinco días se encuentra realizando una huelga de
hambre en reclamo de su liberación. Su situación procesal será definida el lunes, cuando se cumplirá un mes del crimen.
Villalba fue detenido el 16 de agos- to, acusado de “encubrimiento agravado” luego de que los investigadores determinaron que había tenido en su poder el celular Samsung Core de la adolescente.
En su descargo ante la fiscal Pérez, Villalba contó que, en una fecha que no recordaba, se había encontrado el teléfono “tirado en una vereda con pasto” cuando regresaba a su casa, en Llavallol. El acusado declaró que en ese momento le quitó el chip y lo tiró en la calle. Luego le sacó la funda y la arrojó en un baldío, donde fue recuperada posteriormente por los investigadores. Antes de regalárselo a su hijo, le pidió a su hermano que se lo desbloqueara. Cuando lo encontró la Policía, ya estaba en manos del adolescente.
El 29 de julio, Anahí salió de su casa, en Lomas de Zamora, a caminar unas cuadras hacia un parque municipal. Al no regresar, su familia denunció su desaparición y comenzó la búsqueda. Una semana después, su cadáver fue encontrado enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina. La autopsia determinó que murió asfixiada.