Por una falla judicial, una chica vivió una pesadilla con su padre abusador
Lo había denunciado en 2015, pero el hombre recién fue notificado 2 años después. Estaba “escondido” en su casa.
Una adolescente vivió un doble cal
vario en la localidad chubutense de Comodoro Rivadavia: primero fue abusada por su padre desde que tenía 12 años. Y después de haber hecho la denuncia debió convivir con él otros dos años porque la Justicia nunca pudo notificarlo. El hombre había amenazado a toda su familia para que ante cualquier citación negaran que vivía en el mismo domici
lio. La causa finalmente se formalizó a finales de la semana pasada y la jueza que presidió el acto le dictó la prisión preventiva.
La denuncia había sido presentada en 2015 luego de que la escuela a la que asistía la víctima le brindara el acompañamiento que necesitaba para afrontar la situación que vivía en su hogar. Y también fue el personal de la institución educativa el que le avisó a la Justicia que el hombre aún convivía con su víctima, informaron a Clarín fuentes judiciales.
El hecho se registró en el barrio Roca de la capital del petróleo. Fuentes judiciales confiaron además que durante esos dos años de evasión “el hombre no volvió a repetir los abusos pero tenía a la víctima en un importante grado de miedo, al igual que al resto de la familia”. La mayor parte del expediente judicial no fue dado a conocer “no solo porque tiene como principal protagonista a una menor de edad, sino también por los detalles muy desagradables que tiene el mismo”.
La misma fuente contó que “el hombre llegó hasta los tribunales caminando y despreocupado. Pero cuando salió lo hizo esposado y para cumplir con la prisión preventiva que le fue dictada por la jueza”.
La audiencia de apertura de investigación contra el padre abusador se realizó en la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia y fue presidida por la jueza penal Mariel Suárez. La Fiscalía estuvo representada por el funcionario Cristian Ovalle, mientras que el imputado fue asistido por el abogado particular, Alejandro Fuentes. El fiscal que lleva adelante la causa es Martín Cárcamo, pero en ese momento se encontraba en otra audiencia.
El acto demoró dos años en realizarse desde que se presentó la denuncia. A partir de las averiguaciones que llevó adelante se conoció que se debió a la imposibilidad de notificar al sospechoso, quien pese a tener una orden judicial del Juzgado de Familia sobre la restricción de acercamiento a la víctima, continuó viviendo en el domicilio con ella y le tenía
prohibido al resto de los integrantes de la familia confirmar ese dato ante cualquier notificación judicial. Todo bajo amenazas.
En la audiencia, la parte acusadora pidió que se formalizara la apertura de investigación preparatoria en su contra por el delito de “abuso sexual gravemente ultrajante y doblemente agravado por haber sido cometido por el padre y por la situación de convivencia preexistente, siete hechos en concurso real”.
El funcionario de Fiscalía solicitó además que se otorgue el plazo de máximo de investigación (son seis meses) y se le dicte al imputado prisión preventiva en razón de los peligros procesales de fuga y de entorpecimiento, ya que reside en el mismo domicilio de la víctima, pese a las órdenes de restricción dictadas en el fuero de Familia y la denuncia de un domicilio falso en el que tampoco lo encontraron durante dos años.
La defensa se opuso y solicitó la libertad de su defendido o su arresto domiciliario. Tras escuchar a las partes, la jueza resolvió formalizar la apertura de investigación respecto a los hechos y la calificación legal esgrimida por el representante de la Fiscalía, dando por anoticiado al imputado de los mismos y por asegurada su defensa técnica. Entendió que se trata de un caso grave que amerita el dictado de la prisión preventiva, la cual fijó en principio en 30 días
A todo esto, la magistrada ordenó la realización de una audiencia en Cámara Gesell para tomar el testimonio a la menor de edad que resultó víctima de los abusos de su propio padre desde que tenía 12 años y que recién en 2015 pudo desahogarse en la escuela, institución que le brindó el acompañamiento necesario y posibilitó que radicara la denuncia. Y además logró que el padre, tras dos años, quedara detenido.