Milman examinó con el juez notas que revelarían un plan de la RAM
Son papeles que los mapuches habían destruido en un operativo y que pudieron reconstruir.
Por primera vez, un funcionario del ministerio de Seguridad se hizo presente en Esquel para entregar a la Justicia un informe con los datos que tienen sobre Gendarmería. Además del rol de los siete gendarmes que llegaron al río el 1 de agosto (ver aparte), el secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman, le ofreció “infor-
mación relevante” al juez federal Guido Otranto y analizaron unos pape
les confiscados a tres de los líderes de Resistencia Cushamen -que ya estaban incorporados a la causa- y sospechados de integrar la RAM, el 1 de agosto, en los cuales se delimita una suerte de plan maestro destinado a mejorar la posición del lonko Facun
do Jones Huala de cara a su nuevo juicio durante el cual se decidirá si es extraditado a Chile.
“Nos parecían (pistas) relevantes para la causa y que son conducentes para que el juzgado pueda avanzar”, dijo Milman a su salida del juzgado.
Clarín tuvo acceso exclusivo a los documentos a través de una fuente vinculada a la causa. El funcionario le dejó al magistrado hojas que fueron confiscadas el 1 de agosto a las 10 de la mañana a tres personas que salían en un vehículo particular del te- rritorio tomado en Cushamen. Se trataba de Fernando Jones Huala (hermano del lonko Facundo quien está detenido en la Unidad 14 de esta localidad), Andrea Millñaco y Soraya Maicoño. El trío está altamente sospechado de integrar el grupo radicalizado RAM y de “administrar” el funcionamiento del llamado Pu Lof.
Ese día, segundos antes de detenerse en el punto en el que estaban apostados los agentes de Gendarmería, estos pudieron observar cómo los pasajeros destruían desesperadamente un conjunto de papeles y los lanzaban al aire. Los gendarmes les requisaron sus documentos y sus celulares. Al mismo tiempo, algunos de ellos se dedicaron a encontrar los fragmentos que se esparcieron a lo largo del campo.
La reconstrucción permitió el análisis posterior y minucioso de los do- cumentos. En uno de ellos, un mensaje listo para ser distribuido, pueden leerse instrucciones en tono imperativo, exiguas y firmes, a distin
tos grupos o unidades. Tomando en cuenta la premura con que destruyeron el material, los investigadores concluyeron que se trataba de algo urgente y comprometedor para el grupo mapuche. “No llamen a menos que estén reprimiendo de verdad no alertar a la gente al pedo”, puede leerse en la primera línea. “Esquel se encarga del campo, Bariloche de los detenidos, la ropa /6 q´este lejos, que se queden tranquilos un rato /gan (no se entiende)”.
En los otros dos papeles hay consideraciones generales y sesudas acerca de la situación del lonko Jones Huala y del escenario político que podría llevarlo de vuelta a Chile si se determina su extradicción. “Porque claramente se puede ver q´esto está vinculado con persecusión política”, anota alguien en la página. “Villanueva siempre tuvo conocimiento q´hay otro proceso de extradición idéntico”, subraya el autor del análisis mapuche. Los investigadores no descartan que los documentos representen un plan de la RAM para desacreditar al Gobierno y culparlo de la detención y extradición de Jones Huala.