Francisco: no habrá paz estable mientras haya inequidad
En un país que busca superar más de 50 años de conflicto, el Papa pidió por el fin de las injusticias.
La bella pero socialmente desigual Cartagena –sede hace cuatro siglos del principal puerto del tráfico de esclavos del continentefue ayer el escenario de la última escala del viaje del Papa Francisco a Colombia, donde -al igual que en las otras ciudades colombianas que visitó- convocó multitudes fervorosas.
Precisamente el problema de la exclusión –que sufren sobre todo los habitantes de raza negra- fue el eje de sus palabras y gestos. De hecho, en la misa que ofició a la tarde, antes de partir de regreso a Roma, advirtió que no habrá en el país paz estable y duradera mientras haya inequidad.
Tras arribar al aeropuerto local y subirse al papamóvil fue al barrio de San Francisco, uno de los más pobres de la ciudad. En el trayecto, de unos siete 7 km, fue saludado por miles y miles de personas que lo esperaban ansiosas. Al llegar bendijo las piedras fundamentales de sendas obras solidarias que llevan adelante Talitha Qum y María Revive, dos mujeres que se ocupan de los sin techo y de niños y niñas en riesgo. Luego, visitó la casa de la señora Lorenza, una humilde habitante de la barriada que atiende carecientes, con la que conversó animadamente.
Luego el Papa continuó su marcha hacia el centro histórico- siempre vivido por una multitud- , más precisamente al santuario de San Pedro Claver, el santo español que se ocupaba de asistir a los esclavos que llegaban al puerto local. Allí rezó el Angelus y, al final, se refirió a la situación en Venezuela. “Todavía hoy, en Colombia y en el mundo, millones de personas son vendidas como esclavos, o bien mendigan un poco de humanidad”, señaló el papa en su Ángelus, rezo para homenajear al santo que luchó y defendió a los esclavos africanos, San Pedro Claver.
Luego, se encontró con 300 representantes de la comunidad afro americana, asistidos por los jesuitas que están a cargo del santuario. También mantuvo un encuentro con la comunidad de sacerdotes jesuitas, orden religiosa a la que pertenece.
Finalmente, a media tarde ofició una multitudinaria misa en la zona portuaria de la que participó el presidente Juan Manuel Santos. En la homilía, dijo que “si Colombia quiere una paz estable y duradera, tiene que dar urgentemente un paso en esta dirección, que es aquella del bien común, de la equidad, de la justicia, del respeto de la naturaleza humana y de sus exigencias”.
Tras la multitudinaria misa, el papa Francisco emprendió el regreso a Roma.