Tenía 19 años y la asesinaron en un templo umbanda delante de su hija
El principal sospechoso es su ex pareja, 13 años mayor que la víctima. La llevó engañada a una entrevista de trabajo.
Maira Sánchez (19) era “re mamá”, dicen sus amigas y hermanas. Tanto que en sus redes sociales usaba los nombres de Iara (2) y Lucas (1) en vez del suyo y las invadía con sus fotos. El viernes se fue de la casa de sus abuelos, en Billinghurst, a una entrevista de trabajo. Llevó a la nena de la mano y un currículum que preparó cuidadosamente, en la otra. Estaba ilusionada con la idea y hacía días que esperaba esta reunión de la que nunca regresó. La asesinaron de una puñalada y su cuerpo fue hallado en el terreno de un templo umbanda, también en San Martín. El principal sospechoso por el femicidio es su ex pareja, que la tenía amenazada.
Hacía dos meses que Maira había escapado de la casa de Pablo, un ex novio 13 años mayor que ella. Su familia la había rescatado a tiempo de la casa en la que él la tenía arrinconada. Ellos sospechaban que la violentaba, pero ella lo negaba y no se atrevía a denunciarlo. Desde que se fue de la casa que compartían no paró de hostigarla. “La
amenazaba todo el tiempo, se sentaba en la esquina a esperar que saliera a comprar para seguirla. Una vez la convencimos de que lo denunciara, pero cuando fuimos a la comisaría 5° de Billinghurst no le quisieron tomar la denuncia y la mandaron a otro lado. No se animó a ir más”, contó a Cla
rín Daiana Sánchez (22), la hermana de Maira, mientras empapela las calles de San Martín buscando al principal sospechoso del crimen.
“Yo lo que quiero es que lo encuentren. Y que vaya preso por lo que le hizo a mi hermana”, reclamó la mayor de las Sánchez. Maira tenía una hermana melliza, Rocío, y las tres “compartían todo”. “Andábamos siempre juntas. Esa tarde, antes de irse, había estado en mi casa”, recordó Daiana. Las tres se criaron con sus abuelos porque sus padres fallecieron hace algunos años.
“Vas a tener una entrevista con Miguel y Mercedes para trabajar en un comedor de Belgrano”, le mintió Pablo, que tenía antecedentes por robo y, desde salió de la cárcel, se había volcado a la religión umbanda.
Según pudieron reconstruir los investigadores, el hombre la llevó engañada hasta la casita de Pringles al 3900, a unas 20 cuadras de su domicilio. Allí estaba Miguel, el pai del templo. En el patio de esa propiedad en- contraron a Maira muerta, con un puñal clavado en el cuello, “del tipo que usan para ritos religiosos”.
“Los testigos vieron entrar a Maira y después lo vieron salir a él con la beba. Dejó a la nena en lo de sus padres y desapareció”, explicaron fuentes del caso. El sábado a la mañana, después de denunciar la desaparición, la familia señaló el templo de la calle Pringles. “Fue la Policía y allí encontraron a la joven, muerta en el patio”, detallaron las mismas fuentes.
Miguel, el pai, está detenido. Creen que participó del crimen junto a Pablo, y que mataron a Maira delante de su hija. “La chica tenía golpes en la cara y el cuchillo aún en el cuello. Pensamos que estaba inconsciente cuando la apuñalaron”, dijeron en la fiscalía N° 7 de San Martín.