“Un saludo a los docentes que continúan las ideas de Sarmiento”
El 11 de septiembre de 1888 fallecía en Asunción, República del Paraguay, nuestro compatriota Domingo Faustino Sarmiento. Murió tan pobre como había nacido. Cuando la Argentina, por decisión de su dirigencia, retorne al camino de grandeza que le cabe en el concierto de las naciones del mundo, se tendrá que contar del ilustre sanjuanino que, siendo gobernador de su provincia natal, promulgó la Ley de Enseñanza Obligatoria y Primaria. Que como Presidente de la Nación, entre 1868 y 1874, entre otros logros, triplicó la población escolar (de 30 a 100 mil alumnos), propiciando la creación de la Academia de Ciencias, creando además la Universidad Nacional de San Juan, la Facultad de Ciencias Físicas y Naturales, la Biblioteca Nacional de Maestros y el Observatorio Astronómico de Córdoba. Frente a todo esto, y como ser humano que fue, con aciertos y errores, todo cuestionamiento que se le pueda realizar queda minimizado frente a su legado, en pos de lo que él imaginaba una Argentina mejor. Sarmiento, sin lugar a dudas, dentro de su pensamiento, aportó a la grandeza de la Argentina. Por eso, hoy, llegada la hora de resaltar los valores de los hombres que, mas allá de diferencias ideológicas que sustentaran, intentaran hacer de la Argentina un país mejor, sirva nuestro homenaje a Domingo Faustino Sarmiento por haber procurado, desde el ámbito de la educación, una Argentina digna de ser vivida.
Con este humilde recordatorio, vaya nuestro reconocimiento hacia todos aquellos que, como docentes, guiados por el ejemplo del insigne maestro, siguiendo la vocación que los impulsa, superando carencias, necesidades, y ante esta Argentina pobre y decadente que les ha tocado enfrentar, y de la cual no son responsables, tratan de cumplir con aquello que su corazón y conciencia les mandan: educar a todos los que pasen por sus manos para construir, desde su lugar en la sociedad, ciudadanos de bien preparados para, imbuidos de los valores de la nacionalidad, aportar, cuando llegue el momento, a la reconstrucción de esa Argentina que alguna vez vivimos. Salud a nuestros docentes y, ... ¡feliz Día del Maestro!