Viralizó un video de pedofilia, lo buscaba el FBI y cayó en Argentina
Publicó la filmación de un abuso como si fuera en vivo. Lo atraparon y fue condenado, pero seguirá en libertad.
Un técnico informático de Vicente López, que antes de ser identificado y localizado en la Argentina era buscado en todo el mundo por pedido del FBI, fue condenado a tres años
de prisión en suspenso por viralizar en sitios pedófilos un video con la violación de un nene, según informaron fuentes judiciales.
Se trata de Leandro Ariel León (40), quien pactó en un juicio abreviado ya homologado por el Juzgado Correccional 3 de San Isidro esa pena que, al ser en suspenso, le permite permanecer en libertad. El delito por el que fue condenado es el de “publicación de pornografía infantil”, que prevé penas de seis meses a cuatro años de prisión.
El caso fue investigado por la fiscal Lida Osores Soler, de la Fiscalía Especializada en Violencia de Género de Vicente López, quien sospechaba que León podía ser el hombre que cometía la violación en el video, aunque las pericias y pruebas lo desvincularon de ese delito y sólo se pudo probar su responsabilidad en la difusión.
La causa se inició por un alerta del Centro Nacional para Niños Perdidos y Explotados (NCMEC según las siglas en inglés) de Estados Unidos le envió al FBI sobre una imagen detectada en chatrandom.com, una plataforma gratuita de videochats. “Es una plataforma muy peligrosa para menores de edad. Es un sitio que no requiere registraciones ni contraseñas. Uno es un NN en el mundo y por eso suele ser utilizada por pedófilos para intercambiar material pornográfico”, dijo a la agencia Télam una fuente judicial.
El FBI emitió el alerta a Interpol y así llegó a la Policía Federal Argentina. Con el número de IP de la conexión se pudo determinar que esa imagen había sido emitida desde Argentina, el 5 de mayo de 2015, a las 3.02 de la madrugada, más específicamente desde Munro, partido de Vicente López.
El alerta de Missing Children llegó al Cuerpo de Investigaciones del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad, cuyos expertos averiguaron con la empresa proveedora de Internet, Fibertel, que el emisor era un cliente
particular domiciliado en Munro. El 28 de enero de 2016 allanaron la propiedad y se detuvo a León.
Los detectives de la Subdelegación de Investigaciones de Vicente López ya habían realizado tareas de inteligencia y determinaron que el sospechoso vivía solo, era técnico informático y trabajaba como reparador de computadoras. En la casa de León secuestraron computadoras, pendrives y discos rígidos repletos de material pornográfico.
“Encontramos en uno de los discos rígidos el video que buscába
mos, el de la violación del nene. Pero además había miles y miles de archivos con pornografía. Tenía las fotos en carpetas de Windows catalogadas con las edades de los
menores fotografiados que decían ‘mujeres menores de 14, de 15’, y así de todas las edades”, explicó a Télam uno de los investigadores.
Al inicio de la causa, la fiscal Osores Soler también le imputó a León el delito de “abuso sexual”, ya que sospechaba que el violador filmado en el video y que el lugar donde ocurría el hecho era su casa. Sin embargo, se cotejaron las imágenes del video y fotografías del acusado y de su domicilio, y ese
Por la dirección IP se pudo determinar que el video fue subido desde una vivienda de Munro.
peritaje dio resultado negativo.
“El hombre del video no es León. Quedó demostrado por un análisis de las facciones de su rostro y por una serie de lunares que tiene el violador y no tiene el imputado. Tampoco se pudo probar que había sido en su casa”, aclaró una de las fuentes consultadas.
Lo que sí probaron los peritos informáticos es que León tenía en su PC un programa llamado Splitcam desde donde se puede reproducir videos ya almacenados como si fuesen una trasmisión de webcam y eso sucedió con el video que se viralizó por chatramdom.com.
Durante la investigación, llegó a la fiscalía de Osores Soler otro alerta de Missing Children que involucrabael IP de León por haber emitido también por chatrandom otro video en el que se ve a un menor de edad practicándole sexo oral a un adulto, lo que se sumó a la causa en la que fue condenado.