Desde Madrid, ordenan a la policía de Cataluña que impida el referéndum
La Fiscalía General de España le exigió que actúe para evitar “la consumación de un delito”.
La Fiscalía General de España dobla la apuesta. Un día después de las masivas marchas en Barcelona por la independencia, el Ministerio Fiscal ordenó a “todas” las fuerzas de seguridad que operan en Cataluña a actuar contra autoridades, funcionarios o particulares “a fin de evitar la consumación de los delitos”, en referencia al referéndum convocado por el gobierno regional catalán para el 1 de octubre.
“Procederán directamente a adoptar las medidas necesarias para intervenir los efectos o instrumentos destinados a preparar o celebrar el referéndum ilegal”, dice la instrucción de la Fiscalía. Si bien está dirigida a la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra, es este último cuerpo policial catalán el verdadero objetivo. La Fiscalía pide a los Mossos que actúen contra sus superiores políticos al especificar que deben perseguir las conductas de “autoridades, funcionarios públicos o particulares” dirigidas a la organización de la votación.
Esas conductas pueden suponer desobediencia, prevaricación y malversación, recuerda la Fis- calía en su instrucción, con penas previstas de inhabilitación y hasta de ocho años de cárcel (para el caso de malversación de fondos públicos).
Entre las medidas a seguir por las fuerzas de seguridad, se especifica la requisación de “urnas, sobres electorales, manuales de instrucciones para los miembros de las mesas electorales, impresos electorales, propaganda electoral, elementos informáticos, así como cualquier otro material de difusión, promoción o ejecución del referéndum ilegal”.
Sin rebatir directamente las instrucciones de la Fiscalía, el vocero del gobierno catalán, Jordi Turull, habló ayer de otras prioridades para los Mossos. “Destinar todos los esfuerzos, todas las energías y todos los efectivos a intentar combatir el yihadismo terrorista frente al nivel de amenaza que hay”, dijo en rueda de prensa.
Poco después de sus declaraciones, los Mossos se disponían a evacuar la catedral La Sagrada Familia por un aviso de atentado. Además del templo ubicado en el centro de Barcelona, desalojaron comercios, cortaron calles y llamaron a los artificieros de la Policía, que comprobaron una furgoneta estacionada cerca de la emblemática construcción del arquitecto catalán Antonio Gaudí. Aproximadamente una hora después, confirmaron que todo había sido una “falsa alarma”.
Cataluña sufrió dos atentados yihadistas el 17 y 18 de agosto con un atropello masivo en el popular paseo de Las Ramblas de Barcelona y otro en la localidad costera de Cambrils. Entre los dos ataques, los terroristas terminaron con la vida de 16 personas. Los Mossos d’Esquadra, una policía regional creada en 1983, se encargaron de la investigación y fueron objeto de múltiples halagos y homenajes por parte de toda la población catalana. Su comandante, Josep Lluís Trapero, cobró mucha notoriedad tras esos ataques. Ahora está entre la espada y la pared. Cuando el Tribunal Constitucional de España suspendió el jueves la convocatoria del referéndum, también le advirtió de que no debía colaborar en su celebración. “La confianza en las decisiones que tome Trapero es total y absoluta”, dijo Turull sobre el jefe de su policía regional. “Entre retirar urnas y velar por la seguridad de la gente, la policía sabrá qué hacer”, dijo Puigdemont. Desde Madrid, el ministro de Justicia de Mariano Rajoy, Rafael Catalá, lo retrucó: “Los Mossos están para servir a los ciudadanos, a todos, no a unos pocos”.