Astana, la millonaria sede en la que Argentina buscará brillar
El campeón de la Copa Davis jugará desde el viernes el repechaje por no descender del Grupo Mundial.
Confío en nuestros jugadores. Es el mejor equipo para esta serie. Veremos buen tenis este fin de semana”. Daniel Orsanic Queremos dejar a Argentina en el Grupo Mundial. En la Davis, el ranking nunca fue determinante”. Diego Schwartzman
Hay varias sensaciones que se experimentan de inmediato apenas el visitante pone un pie en el aeropuerto de Astana (en kazajo se pronuncia acentuando la primera “a”), pero la más potente es que se está ante una todavía pequeña ciudad, relativamente nueva, que desde que se convirtió en la capital del país en 1998 creció a un ritmo inusualmente vertiginoso. Todo gracias al petróleo que
abunda por estos lados y que permitió que el Gobierno nacional la planificara como el proyecto de crecimiento urbano más grande del mundo, con mucho dinero invertido en edificios públicos, una residencia presidencial y una mezquita gigantescas, parques y numerosos monumentos. El objetivo de Kazajistán es hacer de Astana la capital de Asia Central y a eso le apunta Nursultán Nazarbáyen, el presidente desde 1991 y quien se mantiene en el cargo luego de que un decreto le permitiera hacerlo. La polémica alrededor de Nazarbáyen aparece desde que el 4 de diciembre de 2005 fue reelecto en las elecciones al lograr, según los resultados oficiales, el 91 por ciento de los votos...
Nazarbáyen siempre intentó que el deporte fuera un vehículo para la divulgación de sus políticas sociales. Así apoyó fuertemente al equipo Astana, una formación de categoría UCI Pro Team que participa de las principales vueltas ciclísticas del mundo y que conquistó dos Tours de Francia (Alberto Contador en 2009 y Vincenzo Nibali en 2014), tres Giros de Italia
(Contador en 2008 y Nibali en 2013 y 2016) y dos Vueltas a España (Contador en 2008 y Fabio Aru en 2015).
Pero también Nazarbáyen quiso que el tenis se transformara en un
deporte popular en su país y así le dio todo el apoyo político al excéntrico y multimillonario Bulat Utemuratov, el hombre más rico de su país, quien además es el titular de la Federación nacional de tenis. De esa manera Kazajistán, que jugó la Copa Davis por primera vez en 1995, pasó seis de las últimas siete temporadas en
el Grupo Mundial y en cuatro de e
llas llegó a los cuartos de final, algo extraordinario para un país con una (casi) nula tradición en este deporte.
Hasta esta Astana de edificios gigantes y luces de neón encendidas durante la noche, que en el primer golpe de vista tiene similitudes con Las Vegas o Dubai, llegó el equipo argentino de la Davis para intentar mantener su lugar en la elite de la competencia de la que fue el sorprendente campeón el año pasado, luego de la histórica participación de Juan Martín Del Potro, determinante en las victorias como visitante frente a Gran Bretaña y Croacia.
Lejos quedaron aquellos triunfos épicos del tandilense ante Andy Murray y Marin Cilic. O las victorias clave de Federico Delbonis ante el italiano Fabio Fognini en cuartos de final, de Leonardo Mayer frente a Daniel Evans en las semifinales o del propio Delbonis sobre el croata Ivo Karlovic en el quinto punto de Zagreb.
Esos tres actores decisivos de 2016 ni siquiera se pusieron a las órdenes de Daniel Orsanic: Del Potro y Mayer anunciaron que no jugarán más la Davis y Delbonis se recupera de una lesión en la cadera izquierda, que lo forzó a bajarse de Flushing Meadows.
Para enfrentar desde el viernes a Kazajistán, el capitán contará con los singlistas Diego Schwartzman y Guido Pella, los doblistas -y debutantes-Andrés Molteni y Máximo González y ninguna duda en cuanto a quiénes saldrán a la cancha en cada una de las jornadas de la serie que le permitirá a Argentina, en caso de ganarla, seguir jugando en el Grupo Mundial como lo hace desde 2002, luego de haber conseguido el ascenso ante Bielorrusia en septiembre del año anterior. Da la sensación de que Argentina se jugará más que Kazajistán en el match. Perder no sería una tragedia, está claro. Pero ante el nuevo panorama para definir la formación del equipo que se presentó este año incluso antes de la serie contra Italia, que terminó en una derrota y derivó en este repechaje, descender sería un golpe muy duro. De todos modos, más allá de la diferencia a favor en los rankings, hay argumentos como para pensar en un triunfo argentino. Aunque la Davis nunca fue fácil y siempre fue un escenario próspero para las sorpresas. Por eso en Astana, Argentina deberá estar atenta para que la excursión termine con los brillos de la ciudad y no en el medio de la oscuridad absoluta que la rodea.