Los gendarmes declararon que los manifestantes cruzaron el río Chubut
Se lo dijeron al juez Otranto y contaron que los manifestantes estaban encapuchados.
Otros cuatro gendarmes declararon ayer ante la Justicia Federal en Esquel. Uno de ellos estuvo junto al río Chubut y aseguró que observó que los ocupantes de Cushamen habían cruzado hacia la otra orilla. Todos los agentes coincidieron en que el camión Eurocargo de Gendarmería Nacional permaneció durante todo el operativo del 1 de agosto junto a la
casilla levantada por la comunidad mapuche.
Ayer entregaron su testimonio Hugo Fabián Díaz, Daniel Alejandro Gómez, Orlando Federico Yucra y Juan Rodolfo Prieto. Este último, informó que había actuado como copiloto del Eurocargo y que el móvil nunca se acercó al río. Permaneció junto a la casilla de vigilancia de los indígenas
que se encontraba ocupada por dos mujeres y niños. La construcción está a unos 150 metros de la ruta 40 y a unos 250 del agua.
El gendarme Gómez señaló que en su caso llegó al río y que desde ese lugar observó que había gente encapuchada del otro lado del afluente. Los otros tres gendarmes también dijeron ver encapuchados en la otra vera del río. Yucra y Díaz indicaron que solo realizaron tareas menores, alrededor de la casilla del Pu Lof y el Eurocargo. No vieron nada extraño, dijeron. Los cuatro confirmaron que no observaron a ninguno de sus compañeros lanzar piedras en contra de los militantes del lugar.
Una fuente vinculada a Gendarmería Nacional le detalló a Clarín que los gendarmes estaban en otro sector del campo ocupado, por lo que no tuvieron la posibilidad de ser testigos de lo que reconocieron el martes dos cocineros, quienes declararon que escucharon que un compañero (no aclararon quién) dijo haber tirado piedras contra un encapuchado, pero que llegó a cruzar el río.
Los testimonios de los gendarmes continuarán realizandose durante todo el fin de semana y hasta el lunes. Los agentes llegaron alrededor de las 9.10, vestidos de civil, al igual que lo habían hecho sus compañeros Walter Ruiz Díaz, César Peralta y Juan Carlos Pelozo. El ambiente afuera del edificio estuvo mucho más calmo que la jornada anterior. No hubo manifestantes en la entrada de los tribunales, pero sí hubo una gran presencia de oficiales de Prefectura que con escudos ingresaron al juzgado para cumplir con la orden del juez de aumentar la seguridad en quienes declaren. Esto surgió luego del escrache que sufrió tanto Otranto como la fiscal Silvina Avila el martes.
El primero en salir, encapuchado y corriendo, fue Yucra. Perseguido por los fotógrafos que hacían guardia
en la puerta del juzgado, el gendarme repitió varias veces: “Yo no hice nada, yo no hice nada”. Más tarde salió Pietro, más tranquilo pero sin hacer declaraciones: a pasó rápido cruzó la calle y giró en la esquina, subió a un auto y se fue. El resto logró salir sin ser visto. A las 9.20 entró al edificio Gonzalo Cané, Secretario de Cooperación con el Poder Judicial.
Los gendarmes convocados están reiterando las declaraciones que ya hicieron durante una investigación interna desarrollada por Gendarmería Nacional en agosto pasado. En ese momento, las autoridades del cuerpo aseguraron a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que no habían encontrado contradicciones en los relatos de los gendarmes.
En las últimas horas afloraron versiones que parecen haber sorprendido al propio gobierno de Mauricio Macri. Uno de los gendarmes, Neri Armando Robledo, reveló haber golpeado con una piedra a uno de los ocupantes del llamado Pu Lof durante una persecusión, mientras que otro dijo que disparó su arma antimotín al costado de un militante, también al interior del campo, una situación que ocurrió lejos del pelotón y cerca del agua.
Con todo esto, quedó establecido que un grupo de al menos ocho gendarmes llegó cerca del río, un dato que desde el primer momento negó Juan Pablo Escola, el comandante segundo del Escuadrón 36 de Esquel. De acuerdo a Escola, su equipo de agentes no se acercó al curso del río y no hubo acciones irregulares.
Según afirmaron, el camión Eurocargo de Gendarmería nunca llegó al río