Crece el choque en Ecuador entre el presidente y su vice
Ambos integraron el gobierno de Correa. La crisis estalló con una investigación por corrupción.
“Tengo serias discrepancias con la política que está aplicando Moreno”
En medio de la aguda crisis política que enfrenta Ecuador, el vicepresidente Jorge Glas acusó al presidente Lenín Moreno de ser el gestor de una estrategia de desprestigio del proyecto liderado por el ex mandatario Rafael Correa.
“Hay una estrategia de descrédito continuo de lo que representan diez años de avances para el Ecuador por parte del gobierno, del presidente de la república con todos sus ministros”, dijo Glas en entrevista que dio a la agencia Associated Press (AP). “No soy parte de este gobierno, no soy parte del gabinete, tengo serias discrepancias con la política que está aplicando el presidente Lenín Moreno”, afirmó.
Glas ocupó el mismo cargo de 2013 a 2017 junto a Correa y en su contra hay graves denuncias de corrupción. La situación ocasionó la ruptura de relaciones con el actual presidente en agosto, luego de que se publicaran audios de un delator de la compañía brasileña Odebrecht en los que se lo vinculaba con actos ilícitos.
El vicepresidente ecuatoriano es el funcionario público de mayor cargo en Ecuador que hasta ahora ha sido ligado a los escándalos de Odebrecht, la compañía brasileña que ha reconocido la entrega de sobornos por 33,5 millones de dólares a funcionarios estatales a cambio de obras públicas. Todos ellos durante el gobierno de Correa.
En consecuencia, el presidente Moreno hizo uso de sus atribuciones constitucionales y despojó a Glas de sus funciones hace poco más de un mes, lo que hizo estallar la interna entre ambos.
El vicepresidente, que fue electo en la misma fórmula con Moreno, mantiene su puesto pero sin funciones ya que el presidente le quitó las responsabilidades que le había otorgado.La única manera de sacarlo del cargo sería por juicio político en la Asamblea, pero el organismo está dominado por 74 legisladores afectos a Correa y a Glas. La otra alternativa es que la justicia decida encarcelarlo.
Como parte del proceso derivado por las acusaciones de corrupción, Glas enfrenta una investigación fiscal que termina a fin de mes. Al finalizar podría ser liberado de culpa por la Corte Nacional o, en caso contrario, ser enjuiciado penalmente, lo que no implica que pierda su cargo. “Estoy dispuesto a toda forma de auditoría posible”, dijo. “Quien no la debe, no la teme”, argumentó.
En la causa Odebrecht ya hay una decena de sospechosos procesados por la Fiscalía. Entre ellos está el tío de Glas, Ricardo Rivera, sobre quien pesa una prohibición de abandonar el país. El vicepresidente fue vinculado a la causa a raíz de algunas delaciones hechas por empresarios de Odebrecht.
Glass asegura que está en bancarrota a raíz de esta situación. Según dijo, en su cuenta le queda sólo un saldo de 2.000 dólares, y tuvo que pedir un préstamo para pagar anticipos de abogados cuyo costo es “más de lo que puedo pagar”.
Destacó que tiene dos hipotecas, de su casa y un departamento, y que posiblemente deba vender su único vehículo particular para pagar abogados. “Los temas que enfrento judicialmente concentran gran parte de mi tiempo”, explicó.