Pinola, entre el deseo de ganar la Copa y la angustia por su accidente
Juega poco después de haber embestido a un hombre en la Ricchieri. “Anímicamente estoy bien”, le dijo a Clarín.
El susto quedó atrás, en esa trampa de cemento que se convirtió la Ricchieri el martes por la mañana. Permanece la preocupación de una persona de bien, de un hombre que atropelló a otro y se hizo cargo de la situación. “Lógicamente, tengo mucha angustia por lo que pasó con el chico. Sé que desde el club están ocupándose del tema, que el muchacho esté bien, que no le falte nada. Fue lo primero que hice cuando me comuniqué con los dirigentes apenas ocurrió el accidente”, dice Javier Pinola, mano a mano con Clarín, recién aterrizado en Santa Cruz de la Sierra, la escala previa a Cochabamba, escenario del primer juego contra Jorge Wilstermann, revelación de la Copa Libertadores.
-A 48 horas de este duelo tan tras- cendental para River, protagonizaste un choque que terminó con un joven herido. ¿Cómo estás emocionalmente?
-Anímicamente, estoy bien. Con ganas de jugar este partido. Y aunque no mezclo las cosas, esperando que el chico se recupere. Estoy pendiente.
La pelota sigue rodando, claro. Entonces, le abre paso al futbolista, aquel que llegó de Alemania después de una auténtica década ganada en el Nuremberg y que cumplió el sueño del pibe de Florida, jugar con la banda roja sobre el pecho blanco. Y por lo visto ante Banfield, recobró ese nivel superlativo que mostró apenas volvió al país.
-El domingo, después del triunfo, dijiste que te estaba costando disfrutar cada partido. Cualquiera diría que vestir la camiseta de River está muy lejos de representar un sufrimiento.
-La realidad es que me ponía mucha presión, era muy exigente conmigo mismo, trataba de hacer todo a la perfección cuando es imposible porque la perfección no existe, más allá de que uno siempre busca encontrarla. Y ahí es cuando uno falla, cuando quiere hacer todo bien y ante el primer error, se fastidia y no lo deja pensar. Entonces, traté de tranqui- lizarme, de gozar de cada momento que vivo en este club y las cosas iban a empezar a salir mejor.
-A propósito de tu autoexigencia y después de esos claroscuros que tuviste, ¿qué falta para ver afirmarse al mejor Pinola?
-Creo que tengo que seguir en este nivel, no conformarme nunca, siempre querer dar un poco más. Si bien fue un gran partido contra Banfield desde lo colectivo e individual, no creo que haya sido recontra espectacular. Hay que corregir errores. Y lo que se hizo bien, repetirlo. Tal vez necesitaba agarrar confianza para intentar una jugada como la que protagonicé en el gol del Pity Martínez y, la verdad, con los jugadores que hay de mitad de cancha hacia adelante es complicado mandarse. Mi prioridad es defender.
-Llevás dos meses y medio en el club, pero parece que fueras un futbolista nacido en Udaondo y Figue- roa Alcorta. ¿Te adaptaste rápido?
-Me costó un poquito. Y uno se sigue adaptando todo el tiempo. Acá todo se dimensiona. Son muchas cosas las que me asombran, es muy difícil enumerar una por una. La verdad, estaba muy bien en Central, pero River era un desafío que quería tener. Soy de Buenos Aires y de chico soñaba con jugar en este equipo. Me tocó por segunda vez la oportunidad de venir y no la quería desaprovecharla. Acá te exigen ganar siempre.
-¿Qué imaginás de este partido?
-En los papeles, por nombre e historia, van a decir que nosotros somos los favoritos. Pero a Jorge Wilstermann se lo respeta porque viene de eliminar a Atlético Mineiro, uno de los mejores clubes de Sudamérica. Y aunque vamos a tener que combatir a la altura, hay que en hacer el partido que más le conviene a River para sacar un buen resultado y volver tranquilos a Buenos Aires.