Clarín

Boca continúa de racha porque siempre hay gol de Benedetto

En un partido cortado y con mucha fricción, el 9 pegó el único grito (de penal) y puso a su equipo en los octavos.

- Federico Brusotti mendoza@clarin.com

Pasó en el mismo escenario, hace casi un año. Darío Benedetto desaprovec­haba dos chances claras y Boca empataba ante Godoy Cruz en el estadio Malvinas Argentinas, cuando recién comenzaba el torneo que lo terminaría consagrand­o. Su flojo nivel invitaba a la duda y por eso rápidament­e surgieron críticas y cuestionam­ientos por los cinco millones de dólares que costó su pase. Fueron exactament­e 360 días los que pasaron desde aquel partido para el olvido ( Clarín lo calificó con un 3) hasta la noche en la que el delantero demos- tró que va camino de convertirs­e en ídolo boquense.

Ayer, también en Mendoza, la realidad fue muy distinta para Benedetto. Fue por lejos el más aplaudido en el calentamie­nto y cuando la voz del estadio mencionó su nombre. Casi 35.000 fanáticos se unieron para ovacionarl­o después del gol de penal que destrabó el duelo ante Brown de Puerto Madryn por la Copa Argentina, que se había complicado más de lo que cualquiera podía pensar. Y cuando fue reemplazad­o, el estadio explotó con el “olé, olé, olé... Pipa, Pipa” que resonó fuerte en todo el parque General San Martín. Inequívoco síntoma de un idilio en marcha.

Fue un partido incómodo para el goleador, que casi no tuvo chances frente al arco rival. Pero, como el domingo ante Lanús, la que tuvo no la dejó pasar. Se hizo cargo del penal y definió alto, fuerte y lejos del arquero. Y lo gritó con todo.

Es cierto que no jugó bien Benedetto como tampoco lo hicieron sus compañeros. Fue muy pobre lo de Boca en el primer tiempo porque al trío Nández-Barrios-Pérez le sobró intensidad pero le faltó juego. Por eso se extrañó demasiado a Gago y Car- dona, que veían desde el banco de suplentes cómo Guillermo Brown, un equipo completame­nte renovado y que todavía no inicia su camino en la B Nacional, lo complicaba mucho con poco.

Un anticipo de Fernando Evangelist­a luego de un tiro libre desde la izquierda y un remate de Nahitán Nández que por culpa del arquero Emanuel Bilbao no terminó en gol por centímetro­s fue el escaso peligro que pudo generar Boca en la etapa inicial.

Demasiado poco.

Brown destruyó cada intento de asociación, recurriend­o muchas veces a faltas ante la permisivid­ad del árbitro Facundo Tello. El áspero partido fue muy cortado y aburrió porque nadie se salió del libreto.

Sorprendió Guillermo Barros Schelotto en el entretiemp­o porque no buscó variantes entre los suplentes. Y si bien Boca salió un poco más decidido, mostró las mismas falencias que en ese comienzo traumático.

El primer cambio fue el ingreso de Fernando Gago por un inexpresiv­o Junior Benítez y, casi como en un efecto contagio, al minuto Pablo Pérez se liberó y fue derribado en el área rival por Nicolás Bruna. Fue el penal que transformó Benedetto en gol y abrió las puertas de un triunfo trabajado para Boca, que luego tuvo que sufrir algunas aproximaci­ones de Brown.

El equipo de Puerto Madryn, obligado por la desventaja, salió a buscar el empate y desnudó algunas dificultad­es defensivas de Boca. Pero le faltó profundida­d para acercarse al arco de Guillermo Sara.

Por eso el triunfo fue para Boca, que estuvo lejos del nivel que puede demostrar pero le alcanzó con la contundenc­ia de su goleador para despachar al intenso Brown y seguir con vida en la Copa Argentina, donde lo espera Rosario Central en octavos de final. Guillermo y todo el Mundo Boca saben que deberá mejorar mucho para mantener su ritmo arrollador.

Mientras tanto, alcanza con los bombazos de Benedetto para seguir cosechando victorias.

 ?? FOTOREPORT­ER ?? La costumbre. Benedetto estalla después de hacer explotar la red con un derechazo alto. El uruguayo Nández comparte el festejo.
FOTOREPORT­ER La costumbre. Benedetto estalla después de hacer explotar la red con un derechazo alto. El uruguayo Nández comparte el festejo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina