Con la responsabilidad de asegurar la permanencia
Será en la madrugada argentina. A las 3 en punto de mañana en nuestro país. O cuando en Astana los relojes marquen las 12 de un viernes que se espera que tenga una temperatura un poco más agradable que las de los últimos días en una capital kazaja que de tiempo de verano parece que conoce poco y nada.
A esa hora, con los choques entre Diego Schwartzman y Aleksandr Nedovyesov (el capitán Dias Doskarayev se inclinará por él y por su experiencia en lugar de Dmitry Popko, con un mejor ranking) y entre Mikhail Kukushkin y Guido Pella -el orden de los duelos se definía esta madrugada-, Argentina comenzará su camino para defender su lugar en el Grupo Mundial de la Copa Davis.
La serie se jugará bajo techo en el estadio principal del Centro Nacional de Tenis, un complejo con el que cuenta Astana por la potente relación que Bulat Utemuratov, el multimillonario hombre fuerte de la federación nacional, tiene con Nursultán Nazarbáyen, el presidente de Kazajistán, y que da para envidiar largamente por sus 24 canchas al aire libre e “indo
ors” que combinan las superficies duras con el polvo de ladrillo.
Con un equipo renovado y muchas ausencias de jugadores en los que seguramente Daniel Orsanic había pensado como primeras opciones, Argentina buscará una victoria en una cancha rápida pero “jugable”. Ganar servirá para fortalecerse en el inicio de un camino que, sin Juan Martín Del Potro, se presume como mínimo complicado para los próximos años.