Su relación con los premios y la crítica
LA PELÍCULA COMPETIRÁ EN SAN SEBASTIÁN Y OTROS FESTIVALES
Muchas de las películas de Lerman ( Tan de repente, La mirada
invisible, Refugiado) han cosechado, además de buenas críticas, invitaciones a festivales de cine.
Una especie de familia no es la excepción. Tras competir en la sección Contemporary World Cinema en el Festival de Toronto, la película viajará a San Sebastián, Biarritz, Londres, Río de Janeiro y Copenhague. Y faltan confirmar entre ocho y diez más.
-¿Cómo te llevás con los premios y las competencias oficiales? ¿Qué valor les das?
-Es como paradójico. Desde lo deportivo, no me siento muy cómodo con ese lugar olímpico. Por otro lado, ha sido un gran apoyo para mis películas. Incluso económicamente: los premios muchas veces nos permitieron desarrollar otros proyectos y la productora. De hecho, la casa de la productora es resultado de un premio, así que estoy agradecido.
-¿Y con la crítica?
Creo que es muy necesaria y valiosa la crítica. A veces coincido y a veces no, pero me parece fundamental que tenga una relación directa con el público. La crítica es una parte importante del cine. Yo defiendo mucho la idea de una crítica especializada. Y creo que, de nuestro lado, tenemos que exigirle que sea realmente especializada. Son las reglas del juego a las que estamos todos expuestos.