¿Por qué los políticos no se organizan como los vecinos?
No soy politóloga ni economista. No pertenezco a ningún partido político. Soy una ciudadana independiente, del montón, y trato que mi brújula sea el sentido común (el menos común de los sentidos en estos lares). Vivo en un barrio de La Plata asolado por la inseguridad, como tantos otros barrios. Lamentablemente, no somos una excepción a la regla.
Hace unos días, organizamos una reunión vecinal para compartir experiencias y tratar de encontrar paliativos y/o medidas disuasivas, para que los amigos de lo ajeno nos dejen un poco en paz. Tenemos un objetivo común, más allá de nuestras diferencias. Mientras escuchaba atentamente las propuestas, me preguntaba porqué los distintos representantes de la vida política argentina (gobernantes, oposición, sindicalistas, empresarios, etc.) no hacen lo mismo que nosotros, los vecinos de Ringuelet. ¿Por qué no se sientan a una mesa y dialogan, se escuchan, acuerdan, cranean juntos medidas para mejorar el calamitoso estado de cosas? El objetivo en común como país es ése. ¿O no? De nada sirve confrontar, pelearse, insultarse, descalificar al otro, agarrarnos a las trompadas. Es infantil, primitivo, inútil, inconducente.
Es tiempo de acuerdos para mantener este enorme barco a flote. Más allá de las diferencias, ya habrá tiempo para ponerlas de manifiesto en el cuarto oscuro.