Analizan si Caracas cometió delitos de lesa humanidad
Es en sesiones realizadas en la sede de la OEA. Las preside el jurista argentino Luis Moreno Ocampo
Torturas físicas y psicológicas; detenciones arbitrarias; violencia sexual y asesinatos a golpes. Con una serie de detallados testimonios de organizaciones civiles y víctimas de violaciones de derechos humanos en Venezuela, el jurista argentino Luis Moreno Ocampo comenzó a examinar en Washington si existen bases para denunciar al régimen de Nicolás Maduro por crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional. En la sede de la OEA, Moreno Ocampo, que fue fiscal de la CPI entre 2003 y 2012, lidera las audiencias que se iniciaron ayer.
El prímer día desfilaron representantes de la sociedad civil y familiares de víctimas de la represión. La reunión de hoy se centrará en el testimonio de militares, con declaraciones de ex miembros de las fuerzas de seguridad.
Moreno Ocampo aclaró que no se trata un “juicio” contra Venezuela, sino de si hay “bases razonables” para una investigación internacional. La iniciativa surgió del secretario de la OEA, Luis Almagro, que está convencido de que hay una “práctica habitual” de violaciones a los DD.HH. con la muerte de más de 100 manifestantes, torturas, interacción de elementos paramilitares y el Estado para determinar víctimas.
Moreno Ocampo aclaró que crimen de lesa humanidad podrían ser prisiones, torturas, privaciones ilegítimas de libertad, asesinatos, persecuciones, pero con ciertas condiciones. En primer lugar, deben ser cometidos en for- ma masiva contra grupos civiles como parte de una política de una organización. Tienen que ser, además, parte de un “plan masivo o sistemático” y no debe existir un esfuerzo claro de las autoridades para investigar los delitos. Si reúne todas estas condiciones podría ser juzgado por el CPI.
Julio Henríquez, del Foro Penal Venezolano, presentó varios casos y aseguró que “un patrón que se estableció es el uso de la violencia sexual contra mujeres detenidas, también contra hombres”.
“Estos delitos ocurren en forma sistemática, no ocurren de forma fortuita, es por medio de un plan de persecución del gobierno que intenta mantenerse en el poder. Estos mecanismos de represión se manifiestan con crímenes específicos, con detenciones arbitrarias, asesinatos, torturas y crímenes sexuales,” señaló. Mencionó casos de violaciones masivas de estudiantes y manifestantes detenidas.
Tamara Suju, directora ejecutiva del Centro de Estudios de América latina contabilizó 289 víctimas directas, testimonios de personas que había sido torturadas. “La política represiva sistemática contra la población civil venezolana ha sido planificada”, señaló. Suju denunció que las fuerzas de seguridad torturan a los arrestados durante las manifestaciones opositoras con la intención de “dejarle marcas profundas, marcas que no se puedan quitar nunca. Son para amedrentar a otros”. Y menciona pateaduras de cráneo, entre otros tormentos físicos como aplicación de picanas y violaciones. Mencionó también el caso de las llamadas “torturas blancas”, que no dejan huellas físicas sino psicológicas, aplicadas sobre todo a los líderes opositores, que tienen más visibilidad pública.