La cigüeña cantó cuatrillizos y trae un par de gemelos y otro de mellizos
Son novios hace un año y ella quedó embarazada sin tratamiento. En la primera ecografía se enteraron de que no los espera una experiencia normal
El ecografista tardó en decirle lo que veía. Ella, 33 años y mucho miedo, le preguntó: “¿Pasa algo?”. La respuesta comenzó con un tartamudeo: “¿Tienen historial de mellizos en la familia? Acá tenés un enano, acá tenés otro y...”. Ahí Yanina Gutiérrez lo interrumpió: “¡Me muero! ¡Son mellizos!”. Pero el médico dijo: “No, acá hay otro”. Yanina, llorando, gritó: “¡Trillizos!”. Y el médico dijo: “No, acá hay uno más”.
Su panza, gigante, parece la de una embarazada de cinco meses. Pero el sábado recién entró al tercer mes con sus cuatrillizos. Primeriza, sin haber hecho ningún tratamiento de fertilización y hasta sin buscar quedar embarazada, espera gemelos y mellizos a la vez.
Con Matías Graf (35), el futuro papá, hacía un año que salían. “Todo fue muy de golpe”, repite desde Río Grande, Tierra del Fuego. Habla con Cla
rín de este embarazo cuádruple que no tiene antecedentes registrados en Argentina: se dio de manera natural y con la particularidad de que dos son gemelos idénticos y los otros dos podrían no ser del mismo sexo.
“Es un caso raro entre lo raro”, dijo a este diario Nuncia Llobeta, su ginecóloga en el Sanatorio Fueguino. Yanina llegó después de hacerse el test que se vende en farmacias y ver que le había dado positivo.
“El 14 de julio me enteré de que estaba embarazada. No me había dado cuenta para nada. La gente me lo preguntaba. Menos iba a imaginar que son cuatro. Pero tengo tíos y primos mellizos. Está en mi familia”, explica.
Es un embarazo de alto riesgo. Y el peligro nada tiene que ver con la edad de Yanina, sino con las condiciones particulares de una gestación de cuatro bebés. Si bien el Hospital Regional de Río Grande no tiene desventajas en cuanto a la parte obstétrica, no hay suficientes unidades neonatales aptas -incubadoras y respiradores artificiales- para cuatro bebés durante días, semanas o meses en caso de que nazcan prematuros.
Un bebé que nace antes de las 38 semanas ya se considera prematuro. En uno múltiple, las mamás pueden llegar a estar internadas desde el quinto mes. El “reposo absoluto” es por algo específico: la prematurez a la que tienden los bebés en todo embarazo múltiple. Ya en un embarazo de gemelos la posibilidad de la prematuridad aumenta. Estadísticamente, los trillizos nacen antes de la semana 35.
La primera ecografía de Yanina tendría que haber sido el 9 de agosto. Pero, por una mezcla de ansiedad y miedo, la tuvo antes. “Buscamos en Google ‘embarazo de mellizos y gemelos’ o ‘mellizos y gemelos en el mismo embarazo’ y no encontramos nada. Sólo aparecen cosas de cuatrillizos y en Argentina son muy pocos. Mucho menos que se haya dado de forma natural. La ginecóloga tampoco vio un caso así.”
Llobeta da detalles: “Dos bebés están en la misma bolsa amniótica (embarazo monocorial monoamniótico, que según datos del Hospital Italiano se da en menos del 1% de los casos)”. Eso quiere decir que son gemelos idénticos: del mismo sexo, se alimentan de la misma placenta, cada uno tiene un cordón umbilical y no hay membrana que los separe (se tocan piel con piel).
“Los otros dos también podrían tener una misma placenta, pero con una membrana que los separe. Aún no estamos seguros y en ese caso podrían tener distinto sexo”, explica la ginecóloga sobre por qué no serían idénticos entre sí.
La historia del “embarazo de gemelos y mellizos a la vez” no tardó en esparcirse por la ciudad fueguina. Todo empezó con un posteo de Yanina en Facebook. Recibía mensajes de mamás de gemelos o trillizos que no conocía y le repetían: “Preparate psicológicamente”. Hace unos días, ajustó la configuración de privacidad de su perfil.
Si se adelanta, sabrán el sexo de los bebés en la semana 14. Pero para la futura mamá, nada importó más en ese diagnóstico por imágenes que el amor que sintió “a primera vista”. Ecografía. El estudio muestra claramente dos gemelos y dos mellizos.
Un dato: en abril de este año nacieron quintillizos en Tucumán. El embarazo fue por fertilización asistida, como en el caso de los sextillizos López y, en los 90, el de los famosos quintillizos Riganti. El primer caso de cuatrillizos, sin tratamiento alguno, registrado en el país fue en Río Negro, en 1977.
Yanina está tomando ácido fólico, protección con progesterona y un antiemético para evitar el vómito. Ese es el protocolo. “Su panza está creciendo por cuatro. Tiene que tener una buena nutrición pero con pocas calorías --asegura la ginecóloga--. Necesita estar muy equilibrada con eso, para reducir riesgo de hipertensión. Una nutricionista la ayudará”.
Tanto Yanina como Matías son empleados metalúrgicos. Ella desde hace 12 años trabaja en la fábrica de electrónica Radio Victoria, junto a 400 compañeros. Desde hace 8, uno de esos trabajadores es Matías. Se habían cruzado, pero no habían hablado hasta hace un año, cuando a él lo pasaron al mismo sector que ella: control de calidad, donde son 30 empleados. “Mi puesto en la cadena de fabricación tenía que pasar sí o sí por el de él. Así empezó la onda entre los dos y se concretó en las juntadas grupales fuera del trabajo. Hace un año que empezamos a salir”, sigue.
“Yo no entendía nada. Y de repente me entero de que iba a ser ‘papá de 4’. Mi novia siempre quiso una familia numerosa, pero pensamos que los íbamos a tener de 1 en 1. No todos juntos”, dice Matías, nacido en Olavarría y residente en Río Grande desde 2002.
La obra social Unión Obrera Metalúrgica (UOM) les dirá esta semana dónde será el seguimiento del embarazo y el nacimiento. Puede que en octubre los instalen en Buenos Aires. Aunque también se evalúa reacondicionar la sala de neonatología en Río Grande.
“En un hotel no voy a poder estar. Estamos viendo de conseguir un departamento, para estar más cómo
dos cuando nazcan los chicos”, dice la futura mamá. Estarían en Buenos Aires entre 7 y 8 meses antes de volver a Tierra del Fuego. Y ahí llegará otro desafío. Ni Yanina ni Matías son propietarios. Ella vivía con su papá y Matías alquilaba.
Desde la municipalidad ya recibieron cunas y pañales ecológicos. “Vi que en promedio unos trillizos los primeros meses gastan 1.300 pañales por mes. Yo tengo multiplicar todo por 4”, explica. Son preguntas que recién aparecen y que se irán contestando con el correr de los días.