Clarín

Regreso con gloria

- Camila Valero

Tras seis años sin shows, la emblemátic­a banda del rock nacional se presentó en el Hipódromo de Palermo ante 25 mil personas. El músico fue el eje por el que giró un show emotivo y cargado de hits.

Jon Bon Jovi con la camiseta de argentina es una imagen que ya vimos. Pero previo a un concierto y luego de cuatro años de ausencia, ese retrato toma más significac­ión. Sobre todo para una mujer ilusionada por verlo, que lo lleva de fondo de pantalla de su celular al entrar al estadio de Vélez Sarsfield. Como ella, miles de personas llegaron el sábado a Liniers para vivir el retorno de la banda ícono

del glam rock de los '80. Con cotillón luminoso, orejitas de conejo coloridas y celulares listos para grabar, el público -que en su mayoría rondaba los 40- logró ocupar casi todas las localidade­s de un show muy esperado.

“Buenas noches, Buenos Aires, nos encanta estar de vuelta después de este largo tiempo”, saludó el cantante. This House Is Not For Sale fue la canción elegida para abrir la presentaci­ón del disco homónimo, el prime-

ro tras la salida de Richie Sambora. Pero el verdadero show no empezó a las 21.30, sino 10 minutos más tarde, cuando llegó el tercer tema del setlist:

You Give Love a Bad Name. Ahora sí, la euforia del público marcó una diferencia con la pasividad anterior.

Este fue un recital para rememo

rar los años de gloria de Bon Jovi, y el look de los músicos también ayudó a poder imaginarlo­s. Los largos rulos del tecladista David Bryan no concordaba­n con las canas del cantante, pero la vestimenta negra los unificaba.

Jon realizó un show aparte para la cámara que lo seguía y transmitía en las pantallas. Hizo muecas, se rió y hasta tiró besos sabiendo que así volvía locas a sus fans. La reacción automática eran gritos de enamoradas a través de todo el estadio. Ese romanticis­mo se vio potenciado en la versión acústica de Saturday Night, y creó el clima ideal para que llegue la intro de piano con luces anaranjada­s de Bed of Roses. Momento amor retro y varias parejas rememorand­o viejas épocas. "¿Hay algún cowboy por acá?", consultó Jon y desató uno de los momentos en donde más se notó la falta del guitarrist­a icónico de la banda. En el hit de 1986 Wanted Dead or Alive, el sólo de Richie Sambora se volvió uno de los clásicos más esperados, y su reemplazan­te, Phil X, cumplió correctame­nte su rol. Pero no fue lo mismo. "Estamos aquí para seguir con esta cosa que llamamos vida", resumió el cantante que públicamen­te confesó que le apena la ida de Sambora. Cuando sonaba We Don't Run, pertenecie­nte al nuevo disco, se proyectaba a sus espaldas una nota con el titular "Bon

Jovi sigue haciendo hits". Que nadie piense lo contrario.

En los grandes hits del final se notó la euforia de volver a escuchar esos temas inoxidable­s que marcaron momentos de su vida... Sin contar a los club de fans alborotado­s al pie del escenario, poca gente cantaba los más nuevos Knockout o God Bless This Mess, del álbum This House Is Not For Sale (2016). Pero no importó, porque durante Captain Crash se preparaban para saltar y bailar Bad Medicine. Y Jon Bon Jovi se los agradeció bajando a salu- dar al Campo VIP. Y para el final, nada menos que cinco bises. Claro está que no podía realmente despedirse sin tocar Livin' On a Prayer o I'll Be There

For You. Broche de oro, entonces, para una noche de memoria y felicidad nostálgica.

 ??  ?? Juanse Líder de Ratones Paranoicos
Juanse Líder de Ratones Paranoicos
 ??  ?? Romance porteño. Bon Jovi volvió a cautivar al público femenino.
Romance porteño. Bon Jovi volvió a cautivar al público femenino.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina