Confirman la doble fractura de un gendarme el día del operativo
El primer alférez Emmanuel Echazú, del Escuadrón 36 de Esquel de Gendarmería Nacional, fue parte del reducido grupo de gendarmes que alcanzó el río el 1 de agosto pasado. Desde el principio, la Justicia Federal mantuvo sus sospechas sobre él porque había recibido una pedrada que, a juicio de la investigación, pudo influir en su conducta y hacerlo más proclive a una reacción violenta. Echazú, además, fue quien redactó el acta de los eventos del día. Durante el operativo en Cushamen aquel día en que se vio por última vez a Santiago Maldonado, Echazú sufrió un impacto y, en la versión de la fuer
za, tuvo como consecuencias dos fracturas en su rostro. Ayer el defensor oficial, Fernando Machado, había puesto en duda que el cabo haya sido víctima de un golpe con una piedra lanzada con una boleadora.
Machado dejó entender que la lastimadura sangrante, que se observa en su rostro en los registros fotográficos, pudo ocurrir durante una lucha cuerpo a cuerpo entre el agente y uno de los militantes. La nueva acusación lo puso otra vez al gendarme en el centro de las hipótesis por la desaparición de Santiago Maldonado. “La lastimadura de Echazú es du-
doso que sea por una pedrada. Así lo reflejan algunos testigos, no es algo certero”, afirmó el defensor. “Uno de los testigos manifiesta que cuando lo ve a Echazú antes de que lo atendiera el enfermero, Echazú venía del lado de la orilla del río y tenía una suerte de raspón”, agregó. Con esto la duda queda sembrada. ¿Tenía un rasguño
o una fractura? La diferenciación es clave en este punto de la investigación.
De acuerdo a un examen realizado en el centro de diagnóstico por imágenes ESBAR de Esquel, al que tuvo acceso Clarín, Echazú presenta: “Fractura del arco medial del arco cigomático derecho, con leve desplazamiento de las partes óseas. Fractura distal de la silla turca a nivel orbitario externo, con fragmento libre.
Burbuja aérica en ojo derecho (entre párpado y globo ocular). Cráneo sin lesiones evidentes de origen traumático. No se evidencian hematomas ni focos edemáticos del tejido cerebral. Línea media sin desviaciones patológicas”. En otras palabras, doble fractura
en el rostro. Por otro lado, también existen más documentos que confirman la lesión. Uno es el certificado médico con el sello de un profesional del Hospital Zonal de la localidad. Otro es el formulario correspondiente de la ART que acredita las circunstancias en que ocurrió. Finalmente, el Certificado Médico laboral indica: “Carácter de la Lesión: Grave. Tiempo Probable de Curación: Indeterminado”. w