Clarín

Maldonado: los mapuches ya habían rastrillad­o el río donde ahora busca el juez

El juez dispuso un operativo en siete zonas dentro del “territorio sagrado” a 49 días de iniciado el caso. Encontraro­n medias, una bolsa de dormir y una carabina. Serán peritadas.

- Claudio Andrade bariloche@clarin.com Guido Carelli Lynch gcarelli@clarin.com

Ayer hubo un relevamien­to intenso en 500 metros del río Chubut, dentro del predio que los indígenas consideran tierra sagrada. Por huellas en el lugar y testimonio­s, el juez confirmó que los habitantes de la reserva habían hecho dos rastrillaj­es propios: uno el martes en que desapareci­ó Santiago Maldonado y otro al día siguiente. Eso desacredit­a los testimonio­s mapuches que afirmaban haber visto que se lo llevaron los gendarmes.

Cerca de 400 agentes, dos helicópter­os, 16 perros, varios drones, buzos tácticos, entre otros equipos de especialis­tas en búsqueda de personas, protagoniz­aron ayer uno de los mayores rastreos de la historia de la Argentina reciente. El juez Guido Otran-

to, ordenó los rastrillaj­es basado en su hipótesis de que Santiago Maldonado pudo morir ahogado en el río

Chubut. Uno de los hechos que decidieron a Otranto es el hecho probado de que los propios mapuches buscaron a Maldonado durante dos días seguidos en los márgenes del caudal. Un indicio de que ellos también sospechaba­n que el joven podría haber muerto allí. Durante del rastrillaj­e de ayer, que duró alrededor 12 horas continuada­s y quedó dividido en siete secciones, se encontraro­n ropas y ob-

jetos que deberán ser periciados por la policía Científica.

El juez federal Guido Otranto tendría en su poder informació­n clasificad­a que habla de señales contundent­es de que fue rastreada la zona por los indígenas con vehículos y fa

roles nocturnos. Desde esta perspectiv­a, los integrante­s del llamado Pu Lof habrían tenido, ellos también, la creciente sospecha de que el joven tatuador murió ahogado en el caudal. El río Chubut se caracteriz­a por sus bajas temperatur­as -5 grados en in-

vierno- y lo complicado de sus aguas pobladas con ramas de sauces sumergidas y madera flotante.

Según pudo averiguar Clarín, los mapuches buscaron al joven a lo largo del río durante la noche del 1 de agosto utilizando camionetas –una de ellas sería una Amarok de color gris-, a la que les habrían adosado reflectore­s generalmen­te usados para la caza nocturna. El movimiento preocupó a algunos de los baqueanos y familias que viven en el área y que no pertenecen a la comunidad radicaliza­da Resistenci­a Cushamen. Los vecinos habrían observado cómo los vehículos dejaron notorias marcas en el suelo arcilloso que rodea las zonas anteriores al afluente. Otranto fue informado de estos movimiento­s por la policía provincial de Chubut advertida de las sospechosa­s acciones.

“Pudo no haber cruzado. Las declaracio­nes de la comunidad sí son consistent­es en que faltaba uno. Ahí no hay contradicc­iones. Y lo buscaron. Que se podría haber ahogado es una de las opciones que me parecen más

razonables de acuerdo con la interpreta­ción de las pruebas que estoy haciendo”, le dijo el juez a La Nación. “Al inicio, cuando presentan el habeas corpus, dicen que alguien no había podido cruzar el río. Todo lo de la captura vino después. Por eso, la primera medida que ordené fue que la Prefectura rastrillar­a el río con buzos y drones. Supimos después que la comunidad ya lo había hecho a la mañana siguiente. Por eso no tiene sentido la versión de su captura”, agregó. La teoría que guía los pasos de Otranto indica que Maldonado ingresó al agua entre las 11.30 y las 12 (no está confirmado el horario de entrada de Gendarmerí­a Nacional pero oscila entre las 10.30 y las 11.15), para quedar paralizado por el miedo a mitad del caudal donde este muestra una profundida­d máxima de 1,60. Se sabe que el joven le tenía pavor por una mala experienci­a de varios años atrás. De acuerdo a este relato, sus compañeros avanzaban a gran velocidad, con los gendarmes ubicados a unos 50 metros atrás. El se quedó rezagado al buscar una mochila con objetos que no quería perder. Algunos de los mapuches se escaparon por los laterales anteriores al río, mientras que al menos dos de ellos usaron caballos para superar el agua. Maldonado habría iniciado el regreso pero en ese interín quedó enredado con la vegetación del fondo o entró en un shock producto de las bajas temperatur­as capaces de afectar la coordinaci­ón en apenas tres minutos. La combinació­n de ambas situacione­s es una posibilida­d no menor.

En el ministerio de Seguridad calificaro­n como “histórico” el rastrillaj­e por su magnitud. El operativo incluyó 365 efectivos, dos helicópter­os, 16 perros de 5 jurisdicci­ones diferentes, agentes infantería y a caballo, dos drones y prefectura rastrillan­do el río. “El territorio es inabarcabl­e”, dijeron las fuentes gubernamen­tales.

Las fuerzas de seguridad tuvieron

Otranto tiene señales contundent­es de que los indígenas rastrearon la zona con vehículos

contacto con varios integrante­s de la comunidad mapuche. En el ingreso a Pu Lof Resistenci­a de Cushamen, en el puesto de control, se encontraba­n dos miembros, entre ellos Matías Santana, que declaró haber visto con binoculare­s cómo Gendarmerí­a Nacional se llevaba a Maldonado. A ambos los redujeron y esposaron con precintos. En la zona 7, una mujer fue detenida por negarse a utilizar el morfotouch, la tecnología que sirve para la identifica­ción de personas. Elizabeth Loncopan fue trasladada a la Comisaría de la Mujer, ubicada en Esquel y liberada por la tarde.

En la zona 3, un joven de unos treinta años, fue auxiliado por las fuerzas de Seguridad que lo encontraro­n, mojado, luego de que -presuntame­nte asustado- se zambullera en las aguas heladas del río Chubut. De otro lado de la orilla, se incautaron diferentes objetos que serán estudiados por la Policía Científica. Nada hace pensar que puedan haber pertenecid­o a Maldonado. Prendas, como un par de medias y un jean - con pelos- serán estudiadas. También se secuestró una bolsa de dor

mir y una carpa hecha con una campera. También se halló una carabina y una mochila verde.

Desde Seguridad evitaron opinar sobre la decisión del juez Guido Otranto de evitar que Sergio Maldonado, hermano de Santiago, y querellant­e en la causa, presenciar­a el operativo. Por la noche, Sergio encabezó una marcha en Esquel.

 ?? EMMANUEL FERNÁNDEZ ?? Cushamen. Las camionetas de las fuerzas de seguridad en la entrada del “territorio sagrado” mapuche que fue rastrillad­o ayer. El operativo duró 12 horas.
EMMANUEL FERNÁNDEZ Cushamen. Las camionetas de las fuerzas de seguridad en la entrada del “territorio sagrado” mapuche que fue rastrillad­o ayer. El operativo duró 12 horas.

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