El argentino récord
Dirigió “It”, que arrasa en EE.UU. y llega el jueves.
Cuando Andy Muschietti y su hermana Bárbara eran chicos y vivían en Acassuso, adoraban ir “al autocine que quedaba en la General Paz. Son esos lugares a los que uno querría volver para recuperar la vivencia de esos momentos. La primera película, esa experiencia que me fulminó fue Encuen
tros cercanos del tercer tipo, tendría 4 o 5 años cuando la vi, y todavía tengo las sensaciones de esa película, que me aterrorizó también. Estaba todo bien hasta que al final aparece la reina de los aliens…”.
Hoy, Muschietti es el responsable de It (Eso), el filme de terror que bate récords, basado en la novela de Stephen King, que aquí estrena el jueves y que lleva recaudados en Norteamérica US$ 218 millones en sólo 11 días.
-¿Desde cuándo querés ser director de cine?
-Mirá, no te miento si te digo que desde ese momento. No lo racionalicé, porque uno de pibe quiere ser astronauta, bombero, yo quería ser jockey (Muschetti debe medir más de 1,90m). Imposible, pero me gustaban muchos los caballos. El amor por el cine empezó ahí. Además, yo dibujaba desde chico. Era muy tímido, no socializaba ni en el jardín de infantes, ni en los recreos… Y ahí me quedaba en la clase, dibujando. Y mis viejos me incentivaban mucho, porque me dejaban dibujar en las paredes de la habitación y de la cocina. Después, la limpiaba. Y eso estaba muy relacionado con el cine, porque volvía de ver una peli, y la dibujaba.
-¿Storyboards?
-Ni siquiera estaba el concepto de ponerlos en un marco, eran hojas, y me acuerdo de tratar de dibujar toda la película en hojas. Me pasó con
El corcel negro, una de las experiencias que me volvió loco.
-¿Cuándo empezaste a estudiar cine?
-En La FUC, en 1992. Obviamente el colegio no me interesaba, quería hacer películas. En el colegio San Patricio teníamos un curso de video, mis primeros cortitos los hice ahí, había concursos literarios, yo ya me había involucrado con Stephen King. Hice un par de cuentos y gané un concurso en el ‘89. El premio fue un CD a tu elección y me gustaba mucho el rock de los ’50 y me pedí el
Cuarteto del millón de dólares, que era Elvis Presley, Jerry Lee Lewis, Carl Perkins y Johnny Cash.
-Te gustaban los’50, pero cuando adaptaste “IT”, que trascurre en la novela en los’50, la llevaste a los ‘80.
- It también me estimuló, porque era la infancia, crecer en los ’50…
-¿Te imaginabas que iba a andar tan bien de taquilla?
-Fue un pelotazo. Hay como un tracking de las expectativas del público, de hecho nadie quería estrenar en la misma fecha porque sabían que It iba a pegar fuerte, pero ni los pronósticos más alocados anunciaban esto.
-¿Cómo fueron tus charlas con Stephen King?
-Nunca nos encontramos personalmente. Porque él no viaja a Los Angeles, yo estaba metido en esta burbuja, no paré de laburar desde 2015, y el día que llegó el momento de mostrarle la película dije “bueno, voy”, y me dijeron “él la quiere ver solo”. Lo cual, pensándolo, tiene todo el sentido del mundo.
-Pensé que se habían encontrado previo aún al rodaje.
-No, porque es un tipo que no interviene, no tiene interés en interferir con la producción. El había aprobado un guión inicial cuando todavía estaba Cary Fukunawa (director de
True Detective), al que yo cambié mucho. It fue muy personal para mí. Cuando leí el guión de Fukunawa no tenía nada que ver con mi experiencia emocional leyendo el libro, a los 14, y tampoco leyéndolo de grande. Ves ciertas cosas de otra manera.
-¿King llegó a ver tu guión?
-Nunca lo supe. Yo tampoco tenía la necesidad de contar con su aprobación, porque entrás en una especie de dinámica donde encontraste tu visión y te entregás a ella completamente. Es estimulante, la única manera de hacer una peli basada en otra cosa es encontrarle la veta y darle con todo. Y además meterle suficientes cosas propias para sentir ese entusiasmo, ¿no? Sino, sería “vamos a hacer un Hombre lobo, una Momia, no tiene mucha gracia.
-¿Vas a hacer una remake de “Cementerio de animales”?
-Bueno, es mi libro preferido de Stephen King. Es el primero que leí. Es impresionante. Es muy fuerte, es como un bajón, que va de mal en peor, no es como It, que tiene un sentido de esperanza, porque además extrañamente no te habla de la niñez, es recurrente el tema de la infancia y de la magia de la infancia que se termina. Y la inocencia.
-En tu película, como en el libro, no hay adultos que sean un ejemplo, que puedan guiar a los chicos.
-Todo lo contrario. Y esto lo entendí cuando lo leí 30 años más tarde. King hace una metáfora del fin de la inocencia. Es una carta de amor a la in- fancia y lo que hace es antagonizar a todo lo que viene después, y lo hace enemigo de la infancia. Matan a la magia de la infancia, hay un proceso natural cuando uno crece y toda esa imaginación e inocencia, y el creer en cosas que no existen, se acaba. Todo lo que viene después es el enemigo, por eso en la historia son antagonistas, son una extensión del mal.
-Con la calificación de R (en Norteamérica, menores de 17 años pueden verla acompañados de un adulto), con Warner siempre estuvo claro?
-Eso fue lo mejor de este proyecto. De no haber sido así, probablemente no la hubiera hecho. Ellos me dejaron hacer una película que iba a ser R. El estudio quería hacer una película R, una peli que sea fiel a la esencia desde el principio. Son experiencias que en Hollywood no pasan mucho, normalmente los productores y los estudios...
-Quieren hacer PG 13, para recaudar más…
-Recaudar, y ésa es la gran contradicción del terror. Quizá la audiencia más grande del terror sean ado- lescentes y jóvenes adultos, pero los pibes buscan intensidad, y esta película para mí no había versión PG 13. De hecho, la miniserie de los ‘90 fue eso. Suavizada. Y pegó mucho porque la veían los pibes. Hay una generación que está traumatizada con Tim Curry. Y con los payasos.
-¿Vos con los payasos te llevabas bien? ¿Fuiste a algún circo acá, en tu infancia?
-Sí. Nunca tuve problemas. No me acuerdo el nombre, pero mis viejos me llevaban al circo y había una época en la que Guy Williams, El Zorro, estaba dando vueltas, porque él vivía acá, y el pobre tipo hacía de El Zorro en este circo, y obviamente había payasos. Pero el payaso berreta era lo que a mí me daba tristeza, el de fiesta de cumpleaños.
Director de Mamá (2013), producida por Guillemo del Toro, planea un Robotech. “Es un proyecto de pasión para mí, porque es un dibujo animado que me marcó mucho. La quiero hacer, primero está la secuela de It”.
-¿Vas a ver “It” a los cines acá?
-Sí, disfrazado de payaso...