Madrid advierte a Cataluña que su PBI caerá un 30% si se va de España
El titular de Economía, Luis de Guindos, dijo que será “brutal” el empobrecimiento de los catalanes.
“De seguir adelante el referéndum los movimientos de los ahorradores y el empobrecimiento de la sociedad catalana sería brutal. Su Producto Bruto Interno (PBI) caería entre un 25 y un 30% y la desocupación aumentaría el doble”. Así lo sostuve el ministro de Economía español, Luis de Guindos, a 13 días del plebiscito ilegal convocado por la Generalitat (gobierno) y el Parlamento catalán para el primero de octubre próximo.
Sobre el efecto sobre la prima de riesgo que puede tener la inestabilidad en torno al conflicto secesionista en Cataluña, el ministro ha asegurado que “no hay ningún tipo de impacto por el momento, porque los inversores y los mercados financieros no se creen que vaya a haber independencia. Y están en lo correcto”.
Acerca de una eventual deslocalización (traslado) de empresas fuera de Cataluña, De Guindos ha reconocido que hay “algunos casos” de cambios de sedes sociales a otras comunidades autónomas, pero que respon- den a la búsqueda de condiciones fiscalmente más favorables, porque Cataluña tiene “impuestos muy altos”. El PIB catalán ascendió hasta los
211.915 millones de euros según el Instituto Nacional de Estadísticas, el 20% del español, aunque el Idescat (Instituto Catalán de estadísticas), lo estima en unos 223.629 millones de euros.
Con estas cifras el costo de la secesión oscilaría entre los 63.575 y los 67.088 millones de euros para Cataluña. Respecto a una eventual deslocalización de empresas, la factura para España superaría los 50.120 millones, ya que la desconexión provocaría una abrupta caída de entre el 4 y el 5% del PIB, que el año pasado alcanzó los 1.113.851 millones, según informa el diario La Razón.
Una consecuencia muy grave para Cataluña es que en caso de separarse de España quedaría excluida de la Unión Europea y del euro, porque la comunidad se define como una “asociación de estados” y la comunidad autónoma solo pertenece por integrar España. Existen cálculos de especialistas universitarios catalanes sobre un catastrófico hundimiento de las exportaciones a España y la Unión Europea.
Cataluña tiene en este momento una pésima situación financiera que le impida recaudar dinero en el exterior, salvo el que pueda darle el Banco Central Europeo con el aval español. Sus títulos de deuda están en la categoría de bono basura. La ruptura pro- vocaría de inmediato la fuga de capitales, el traslado de empresas extranjeras y españolas, incluso catalanas, como ya ha sucedido. Los grandes bancos catalanes planean cambiar sus sedes aunque manteniendo sus operaciones en la comunidad autónoma.
Ismael De La Cruz, analista de mercados financieros y miembro del Instituto Español de Analistas Técnicos y Cuantitativos, añade que la situación obligaría a subir los impuestos y que, llegados a este punto, tendría lugar la tormenta perfecta: depreciación de la moneda, hundimiento del PIB, pérdida de ventajas comerciales al estar fuera de la UE, retiradas de depósitos, fugas de empresas de Cataluña para instalarse en España y poder tener acceso al mercado europeo, subida de los precios por entrar en funcionamiento los aranceles e incremento de la carga fiscal.
Ayer el gobierno aumentó su control para sustituir a Cataluña en el control de las cuentas. Ante el rechazo por el vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, de cumplir el acuerdo de informar semanalmente los gastos de la Generalitat, el ministro de Hacienda de España, Cristóbal Montoro, ha creado “un mecanismo de control” para que el gobierno sustituya a la Comunidad autónoma.
El Estado va a tomar el control casi total de las cuentas de la Generalitat (el gobierno de Barcelona). Madrid pasará a pagar directamente las nóminas de los funcionarios de Cataluña y otras facturas para controlar que el dinero no se gaste en actividades relacionadas con el referéndum separatista del 1° de octubre, declarado ilegal.
El vicepresidente Oriol Junqueras rechazó la semana pasada cumplir el acuerdo de informar semanalmente sobre los gastos de la Generalitat. Junqueras tenía plazo hasta ayer a las 10 de la mañana para comprometerse a no disponer del presupuesto pendiente. Por lo tanto, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro se pondrá al control de la casi totalidad de la Caja de Cataluña.
Una consecuencia grave para Cataluña es que si se separa quedaría fuera de la UE y del euro.