Un Nacional bravo le puso rápido fin al ciclo de Matosas en Estudiantes
El uruguayo resistió apenas siete partidos. Verón, que ya tuvo seis DT en su presidencia, iría por Gabriel Heinze.
Menos que un suspiro, eso fue lo que duró el ciclo de Gustavo Matosas al frente de Estudiantes. Anoche decidió renunciar en el vestuario luego de quedar eliminado de la Copa Sudamericana tras caer 1-0 con Nacional de Paraguay (en la ida en Asunción había sido el mismo resultado). El Tricolor será el rival de Independiente en los cuartos de final. Fueron 81 días y siete partidos -tres victorias, un empate y tres derrotas- los que aguantó Matosas en La Plata.
De esta manera, la era de Juan Sebastián Verón ya acumula seis entrenadores en tres años de gestión: Mauricio Pellegrino, Gabriel Milito, Nelson Vivas, un interinato corto de Leandro Benítez, Lucas Nardi (fue desafectado antes de debutar por el enojo de los hinchas que descubrieron viejos tweets suyos contra Carlos Bilardo) y el dimitente Matosas.
El sacrificio colectivo, la astucia para leer los planos del rival y el oportunismo para golpear en el momento preciso le dieron a Nacional el pase a la siguiente llave. Ya dejó en el camino a Cruzeiro y Olimpia, dos pesados del continente.
Toda la intención del Pincha en ir a buscar el partido de arranque duró lo que duran los espasmos, porque a los 15 minutos el tozudo staff defensivo paraguayo, con Miguel Jacquet como estandarte, siempre reaccionó a tiempo, siempre abortó todas y cada una de las llegadas albirrojas.
Estudiantes pretendió construir a partir de triangulaciones cortas, pero a medida que los volantes visitantes comenzaron a interceptar los pases, por la simple adivinación de los previsibles movimientos, cayó en la intrascendencia. Eso fue Estudiantes, un conjunto dubitativo. Nacional mostró su mazo de naipes sobre el verde paño ni bien se le plantó, frontal y aguerrido, a los volantes rotativos –Aleman y Otero- que intentaron gestar juego desde las bandas. Y aportó la concentración colectiva para leer correctamente cómo quitarle ritmo a su oponente. Básico, ordenado, atento y bien diseminado en el terreno, el elenco guaraní forzó permanentemente al error de su rival.
En la parte complementaria, Matosas buscó reconfigurar el esquema quitando del medio a Israel Damonte para introducir a Bautista Cascini y con ello logró más precisión en las entregas. Toda pretendida corrección de Estudiantes cayó en saco roto cuando, tras un córner pasado de Juan Manuel Salgueiro, Jacquet –tiene apenas 22 años y juega con la prestancia de un sólido veterano- capitalizó una serie de rebotes y la mandó al fondo del arco.
Nada de lo que pudo realizar Estudiantes en la media hora restante alcanzó siquiera para gestar momentos de rebeldía. Y la Academia del barrio obrero de la capital guaraní, víctima de Sportivo Trinidense en la fecha anterior que le asestó un lapidario 5-0 en la competencia local, se enfoca pura y exclusivamente en los objetivos continentales.
En el horizonte Pincha se prevé un cielo nublado. Y ya busca DT nuevo. ¿Será Gabriel Heinze?