El edificio Marconetti, el último obstáculo para que el Metrobus llegue a La Boca
El inmueble le pertenece a la comuna y está ocupado desde los años 80. La Justicia avaló su desalojo, pero la Fiscalía y el Gobierno de la Ciudad negocian soluciones con sus habitantes. Ya acordaron nueve familias pero otras cinco se niegan a irse.
Aislado, sobre Paseo Colón y frente
al Parque Lezama, se erige el Edificio Marconetti. En dos años cumpliría 90 años, aunque en la Ciudad hay otros planes para él. Su demolición es esencial para ensanchar la avenida y que el Metrobus del Bajo pueda llegar a La Boca. El problema es que, por más que el inmueble fue expropiado
hace años y pertenece al Gobierno porteño, está ocupado. Y si bien nueve familias ya negociaron irse a cambio de créditos del IVC, otras cinco se
niegan a hacerlo. El Ejecutivo fue encontrando alternativas para liberar las otras construcciones que interfieren con la traza, pero el Marconetti es la última tra
ba que impide avanzar con la construcción de los carriles exclusivos para colectivos.
El edificio tiene 21 departamentos y algunos de sus habitantes se fueron yendo. Sus unidades quedaron tapiadas. La Fiscalía de la Ciudad, que investiga una denuncia por usurpación, está negociando con las familias que quedan para buscar una salida extrajudicial al conflicto. "Se ha avanzado en acuerdos con
nueve familias, que están tramitando créditos hipotecarios con el IVC con tasa cero. Desde la Fiscalía hacemos un seguimiento para que se cumpla con lo que se les prometió. Y sería beneficioso que esta situación se resuelva de la misma manera con las otras cinco familias", explica Celsa Ramírez, titular de la Fiscalía en lo Penal, Contravencional y de Faltas Nº 35. "La Ciudad tiene el real derecho so
bre elinmueble -dice el secretario de Transporte porteño, Juan José Méndez-. Estamos trabajando para darles alternativas a sus habitantes, con el apoyo de la Justicia y de la Fiscalía. Podríamos haber avanzado con el desalojo, pero creemos que estas situaciones se resuelven con el diálogo".
¿Qué impide un acuerdo con las cinco familias que quedan? Según trascendió, alguno de sus representantes legales llegó a pedir un crédito por medio millón de dólares para cada una. Uno de los abogados que acompañan a estas familias es Sebastián Alanis, el mismo que representaba a los ocupantes del ex Padelai. Otro es Luis Boffi Carri Pérez, ex defensor de Miguel Etchecolatz.
El interés detrás de solucionar este conflicto es poder avanzar con la segunda etapa del Metrobus del Bajo, que lo extenderá 1,9 km por Paseo Colón y Almirante Brown, hasta la calle Wenceslao Villafañe, en La Boca. La obra facilitará la circulación de 19 líneas de colectivo que transportan a 250 mil pasajeros por día. "El tiempo de viaje en ese tramo se reducirá en-
En el Gobierno porteño dicen que podrían haber hecho el desalojo, pero que prefieren dialogar.
tre 7 y 8 minutos, un 25% menos que actualmente -dice Méndez-. Nuestro objetivo es completarlo el año que viene. Y cuando esté terminado va a llevarle transporte público de calidad a los vecinos de La Boca".
La primera etapa fue inaugurada en mayo, abarca 2,9 km de Alem y Paseo Colón, entre la calle San Martín y la avenida Independencia. Ahora, la recorren 30 líneas de colectivos utilizadas por 300 mil pasajeros diarios.
El inmueble de Paseo Colón 1598 fue levantado en 1929 por la familia Marconetti, dueña de la fábrica de pastas que estaba detrás. Lo hicieron para usarlo como vivienda, por lo que jamás fue dividido y no está bajo el régimen de propiedad horizontal. En 1946, se proyectó el ensanche de Pa
seo Colón, que después no se concretó. La familia le hizo un juicio de expropiación inversa a la entonces Municipalidad. Se lo ganó y, en 1986, el edificio fue adquirido por la comuna.
En la segunda mitad de los 80, también llegaron los ocupantes, algunos de ellos empleados municipales que sabían que el edificio de 21 unidades no se demolería. A diferencia de otros casos, como el del ex Padelai, el perfil de los habitantes del Marconetti siempre fue de clase media, incluso profesionales. En el lugar un abogado tiene su estudio, hubo un emprendimiento de venta de comida macrobiótica y hasta un departamento que se alquilaba para extranjeros.
En 2014, surgió el plan para hacer el Metrobus del Bajo hasta La Boca, para lo cual volvió a ser necesario el ensanche de Paseo Colón. Entonces, la Dirección General de Administración de Bienes del Gobierno porteño denunció a los habitantes del edificio por usurpación. Inmediatamente, su personal ya no pudo acceder a Marconetti, porque los ocupantes cambiaron la cerradura.
Fue por eso que la fiscal Ramírez inició una investigación. Y según asegura, los habitantes nunca pudieron exhibir documentación como boletos de compra venta o contratos de alquiler que los avalen. Por su parte, ellos alegan que viven en el lugar hace más de 20 años, por lo que les cabe la usucapión o adquisición del inmueble por prescripción.
También en 2014, Mauricio Macri sacó un decreto ordenando el desa
lojo administrativo. Para frenarlo, los ocupantes recurrieron a la Justicia, que les dio una cautelar favorable. Pero en enero pasado, la Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario dejó sin efecto la medida, porque acreditó que el Marconetti es de dominio público de la Ciudad y, por lo tanto, sus habitantes no tienen derechos sobre el inmueble.
Otras presentaciones de los abogados de los ocupantes también fueron desestimadas. Se revocó la cautelar que impedía el ensanche de Paseo Colón y, hace unos días, el Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N°22 rechazó varias nulidades planteadas por Boffi Carri Pérez. De esta manera, la causa por usurpación sigue en trámite y podría llegar a juicio oral en poco tiempo.