Carola Labrador, entre el alivio y una demanda al Estado por $ 10 millones
“Hoy mi hija va a descansar en paz”, dijo la mujer. Pero aseguró que faltan responsables.
“Voy a seguir juntando fuerzas para que caigan los que faltan. Pero hoy mi hija va a descansar en paz”, declaró Carola Labrador luego del veredicto en el que estuvo acompañada por otros protagonistas de casos trágicos, como Matías Bagnato y Gustavo Melmann.
Muchos aseguran que luego del crimen de Candela - y sobre todo de las sospechas de negociaciones paralelas con los secuestra-
dores por parte de la familia del padre de la nena- los Labrador y los Rodríguez casi no se hablan. Pero eso no se notó ayer, y menos a la hora de señalar irregularidades de la Policía Bonaerense y de las autoridades políti
cas de la provincia de aquel momento, de Daniel Scioli para abajo.
“Acá queda alguien por investigar y es a la cúpula policial y política, Scioli incluido. A mí me parece que encubrieron, por lo menos. Basta ver cómo pisotearon el lugar donde la encontraron a Candela”, le dijo “Juancho” a Clarín, recordando cómo el cuerpo de la nena más buscada del país fue tirado a pocas cuadras de su casa en una bolsa sin que nadie lo advirtiera. “Es obvio que acá estuvo metida la Policía”, agregó.
Para los que siguieron el juicio pa- so a paso las declaraciones en sintonía del matrimonio se relacionan con su demanda contra el Estado Bonaerense. Se trata de un expediente en el que se reclaman $ 10 millones.
“Labrador se apoyó en las conclusiones ‘de la mayoría’ de la Comisión por el Senado bonaerense en 2012, en donde entre las polémicas conclusiones se sostenía que la niña nunca estuvo cautiva en la casa de Kiernan y que su ADN había sido plantado allí”, dijo ayer el fallo. En este sentido el veredicto no ayuda a Labrador en la demanda civil porque los jueces sí dieron por cierto que la nena estuvo ahí.
“Pensamos que estos asesinos merecían la muerte. Queremos que se vayan de la cárcel en un cajón. Y así será”, dijeron Labrador y Fernando Burlando, su abogado.