La Corte se despegó de la autopsia de Nisman, que sugería un suicidio
Con la firma de sus cinco integrantes, el Tribunal aclaró que el Cuerpo Médico Forense tiene “autonomía”.
Aún antes de ser incorporadas a la causa, las conclusiones de la junta interdisciplinaria convocada por el fiscal Eduardo Taiano, que sesionó en la sede de la Gendarmería nacional y que determinó que Alberto Nisman fue asesinado, empezaron a tener consecuencias. En un comunicado divulgado ayer, la Corte Suprema de Justicia deslindó su responsabilidad
respecto de la autopsia realizada horas después del hallazgo del cuerpo sin vida del fiscal de la AMIA, en enero de 2015.
“En respuesta a consultas realizadas y conforme con la política de información que sigue esta Corte Suprema -dice el comunicado-, se aclara que el Tribunal no ha realizado actividad pericial alguna con relación a
los hechos que rodean la muerte del fiscal Alberto Nisman. La autopsia fue practicada por el Cuerpo Médico Forense, que tiene completa au
tonomía en su actividad profesional y actuó conforme a la directiva de la fiscal y la jueza que estaban a cargo de la causa judicial en ese momento”, aclara el máximo tribunal. Esa primera autopsia, realizada a las 8 de la mañana del lunes 20 de enero, recibió múltiples cuestionamientos.
“La única intervención realizada por la Corte hasta la fecha para el esclarecimiento de la muerte del fiscal Nisman consistió en definir que era
de competencia federal, sede en que actualmente tramita y donde se están practicando pruebas periciales”, concluye el texto firmado por los jueces Lorenzetti, Highton, Maqueda, Rosenkrantz y Rosatti.
Aunque la Corte no lo menciona expresamente en el comunicado, el Cuerpo Médico Forense -que sólo depende administrativamente del máximo tribunal- también fue el animador de la junta médica convocada por la fiscal Fein hace dos años para determinar cuándo y cómo murió Nisman. Aquel trabajo, que también causó una gran controversia, fue elabo- rado por el doctor Roberto Godoy -decano del Cuerpo- como coordinador; Mariano Castex, perito de parte de la defensa de Diego Lagomarsino; los forenses Fernando Trezza y Héctor di Salvo, la médica legista de la Policía Federal Gabriela Piroso, que revisó el cadáver de Nisman en Le Parc y constató la data de muerte original, además de otros nueve expertos.
Tras una serie de análisis específicos sobre el cadáver de Nisman y las circunstancias en que fue hallado, la junta le respondió a Fein que “ninguna de las observaciones contenidas en los aspectos médico-legales del informe técnico elaborado por la querella, en forma individual o en conjunto, indican con certeza pericial médico legal que se haya tratado de un hecho homicida”. Como suele ocurrir en la redacción de este tipo de informes, la construcción caraco-
leante de las frases intenta decir pero sin jugarse completamente a una
carta. Igualmente, todo el mundo interpretó que la junta médica avalaba la hipótesis del suicidio.
Por eso mismo, los peritos de parte designados por la doctora Arroyo Salgado no firmaron aquellas conclusiones. De hecho, abandonaron la junta antes de que concluyera el trabajo, lo que les valió una severa reprimenda. Poco tiempo después, las pruebas empezaron a hacer tambalear aquella junta, que ni siquiera la fiscal Fein avaló con el cambio de carátula del expediente. Los estudios balísticos revelaron que la pistola Bersa siempre deja huellas de pólvora en quien la dispara -la mano de Nisman no las tenía-, y se encontró un misterioso cruce de llamadas entre un enjambre de espías el día de la muerte de Alberto Nisman.