Marchas en toda Francia contra la reforma laboral de Macron
Bajo el sol otoñal, con los estudiantes sumados a sus filas, los franceses que siguen a la central obrera CGT marcharon ayer en todas las grandes ciudades de Francia para oponerse al código de la reforma laboral, que votaron masivamente en las últimas elecciones presidenciales. Las ordenanzas o decretos que la ponen en marcha serán presentados hoy ante el Consejo de Ministros por el gobierno. Las centrales de CFDT y Fuerza Obrera, primera y segunda fuerza sindical de Francia, no se manifestaron pero sí sus bases. En París, Tours, Rennes, Montpellier, Bordeaux, Nantes, Lyon y Caen fueron las grandes demostraciones de fuerza.
Con menos gente que en la marcha del 13 de septiembre, manifestaron 55.000 personas en París para la CGT y 24.000, según la policía. La marcha partió de la parisina Montparnasse hasta la playa de Italia . Hubo dos novedades políticas. Participó en ella Jean Luc Mélenchon, el jefe de la Francia Insumisa y nuevo líder de la oposición en Francia junto a los comunistas, con quien las relaciones están en crisis. El presidente Emmanuel Macron, de viaje en Marsella, discutió vivamente en el puerto con una desempleada la reforma laboral, en abierta confrontación y sin agenda previa.
“Todos juntos, todos juntos”, cantaban los manifestantes mientras una operación “caracol” de camiones y autopistas bloqueadas buscaban paralizar París. Hubo incidentes al fi- nal y algunas vidrieras rotas pero no llegaron a la violencia de los anarquistas en la última manifestación.
Sin querer precisar cuántos fueron, Philippe Martínez, secretario general de la CGT, reivindicó el nivel de movilización de la marcha. Pero fue menor que la anterior.
Si bien la reforma va a precarizar algunos empleos y facilitar los despidos, no hubo consenso entre todas las fuerzas obreras para defender los derechos de la misma forma. La CFDT y la FO prefieren negociar con los empresarios y esperar cuando se discuta el seguro de desempleo, las indemnizaciones en el tribunal de arbitraje y de ignorar los sindicatos para negociar entre patrones y empleados. Allí saldrán a la calle.
En este “tour de force” laboral, la populista Francia Insumisa reapareció como la primera fuerza política de Francia. Su líder Mélenchon asis- tió a la marcha en París, a pesar de que el sábado próximo organiza una marcha propia contra “el golpe de Estado social”, que significa la reforma laboral promovida por Macron.
El gobierno de Macron no está dispuesto a ceder. “La democracia no es la calle”, dijo el presidente francés desde Nueva York.
En su encuentro con una desempleada en el puerto de Marsella y en un franco debate, Macron insistió sobre la formación que van a recibir los desempleados para reconvertirse. “La gente no ve un aspecto de la política que conducimos. Yo insisto en un punto: una verdadera reforma del mercado de trabajo es necesaria porque produce después de decenios demasiados desempleados, en particular entre los jóvenes y la gente poco calificada. Nosotros debemos tener una política de formación”, dijo el presidente.