Vestidos de policías, asaltaron una conocida pizzería y torturan al gerente
Le abrocharon cuatro ganchos en una oreja con una engrampadora para exigirle la llave de la caja fuerte.
Siete ladrones, varios de ellos vestidos como policías, asaltaron la tradicional pizzería Güerrin, en pleno centro porteño, donde se encontraban tres empleados y a un gerente, a quien intentaron asfixiar y ahorcar y le abrocharon cuatro ganchos en una oreja para que les diera las llaves de una caja de seguridad, pero finalmente huyeron con una caja registradora.
El extraño hecho ocurrió cerca de las 5 de la madrugada del lunes en la pizzería ubicada en la avenida Corrientes 1368, cuando se hallaban en el local un sereno y dos empleados de limpieza que trabajan durante la madrugada.
En momentos en que llegaba al lugar el gerente, tres hombres vestidos como policías se le acercaron, se asomaron por uno de los ventanales y les hicieron señas para que les abrieran las puertas.
Sin sospechar nada, el sereno abrió y los delincuentes se identificaron y lo amenazaron con fines de robo, explicaron las fuentes.
Dos de los ladrones se llevaron al gerente a uno de los baños del salón y otro colocó precintos y esposas al sereno y a los dos empleados de limpieza, que habitualmente realizan los trabajos de acondicionamiento del lugar para que esté en perfecto estado a la mañana siguiente.
Los atacantes primero amenazaron al gerente para que les entregue las llaves de la caja fuerte, pero como el hombre les decía que él no las tenía, comenzaron a ser cada vez más violentos.
Fuentes policiales dijeron que el gerente fue torturado durante varios minutos y herido en distintas partes del cuerpo.
“Le abrocharon cuatro ganchos en una de sus orejas con una engrampadora, lo golpearon e intentaron asfixiarlo colocándole un trapo que le tapaba la boca y le cubría la nariz. También lo quisieron ahorcar”, dijo
a Télam una fuente de la investigación.
Unos 20 minutos más tarde y como los ladrones no consiguieron las llaves de la caja de seguridad, finalmente huyeron sólo con una caja registradora. Algunos testigos que pasaban por el lugar contaron luego que los delin- cuentes eran siete y que uno huyó en una camioneta negra y los otros se dividieron en dos autos del mismo color.
Los investigadores secuestraron varias cámaras de seguridad en la zona que registraron los movimientos de los vehículos y trabajaban ayer en su identificación.
El violento hecho es investigado por personal de la comisaría 3° de la Policía de la Ciudad, que trabajaba bajo las órdenes de un fiscal de turno porteño.