La mano de Gallardo también se hizo notar en la noche perfecta de su equipo
Modificó el dibujo, con una línea de tres en el fondo, abrió al Pity y a Auzqui y puso a Nacho cerca de Scocco.
Todos me ayudaron y me dieron confianza, es lo que siempre soñé. Trabajo mucho para estar a la altura de jugar en River”. Gonzalo Montiel
La esperanza de River nacía y moría en Marcelo Gallardo, no había dudas. Por eso algunos lo llaman Napoleón. Ayer, el Muñeco estaba ante el reto más importante de su carrera. Lo había avisado la semana pasada, mientras masticaba bronca por la dolorosa derrota 3-0 en Bolivia. Se preparó Gallardo para revertir la serie y bajó un mensaje. Les habló a los jugadores, pero también a los hinchas y a los dirigentes: debían creer. “Todos jun
tos podemos”, cayó del Monumental en los instantes previos. Era la rece- ta: todos juntos. Y se logró la remontada con goleada histórica. “Teníamos que tener convicción y debíamos bajar un mensaje fuerte. Con el apoyo de la gente sabíamos que podíamos lograr algo histórico. No era sencillo, por eso hablé del desafío más importante en mi carrera como entrenador”, se confesó un eufórico Gallardo tras la victoria inolvidable.
La mano de Gallardo se notó. La confianza de los hinchas de River en él tiene sustento. No es caprichosa. En los partidos clave, el Muñeco asoma como el guía al que todos deben seguir. Ayer pateó el tablero y puso en cancha un equipo que nadie tenía. Una línea de 3 defensores con la incorporación de Gonzalo Montiel (20 años) para tapar las contras de veloz Serghino. El DT entendió que a los experimentados Maidana, Ponzio y Pinola le faltaba una cuota de juventud para correr para atrás y cubrir los espacios. El juvenil fue más allá: desbordó y hasta metió un pase de gol. Otras del técnico: abrió la cancha con los verticales Pity Martínez y Carlos Auzqui y puso de segunda punta a
Nacho Fernández, para que juegue bien cerquita de Nacho Scocco. Lo obvio: recargó en Ponzio la responsabilidad de manejar el pulso del juego y le regaló libertades a Enzo Pérez. Todo redondo. “Nosotros creíamos y la gente que vino a llenar el Monumen
tal también. Esa fue una energía extra. Otra vez el equipo volvió a aparecer en una parada brava”, dijo. El ya repetitivo “Muñeco, Muñeco,
Muñeco” se escuchó por primera vez durante el juego cuando Scocco marcó el tercero. De ahí en más, todo fue fiesta. Gallardo disputará su segunda semifinal de Copa Libertadores en las 3 ediciones que disputó. “Estamos entre los mejores 4 de América y eso no es poca cosa. Ahora puede pasar cualquier cosa. No debemos confiarnos. Se logró algo importante pero falta mucho todavía”, se sinceró el DT campeón de la Libertadores 2015.
Los números de Gallardo en River abruman y no dejan de sorprender. Con la de anoche, el entrenador disputó 17 series de eliminación ida y vuelta por torneos internacionales. ¿En cuántas se impuso River? En 15. Solamente fue eliminado por Huracán, en la Copa Sudamericana 2015, y por Independiente del Valle de Ecuador, por los cuartos de final la Copa Libertadores 2016.
La esperanza de River nacía y moría en Marcelo Gallardo, no había dudas. Por eso algunos lo llaman Napoleón. w