Clarín

Imitadores sin máscara: el oficio de clonar una voz

“Clarín” reunió a seis humoristas que diariament­e parodian a políticos, artistas y futbolista­s. Un dream team de gargantas unido por primera vez. La Selección nacional de la risa.

- Marina Zucchi mzucchi@clarin.com

Y un día, el milagro: Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner se abrazaron en la redacción de Clarín. Enseguida se sumaron Lilita Carrió y Daniel Scioli. Y la mesa redonda “imposible” siguió poblándose: Fernando de la Rúa, Carlos Tevez y China Zorrilla desde “el más allá”. Las voces bendecidas de este dream team reúnido por primera vez alimentan la magia radial a diario. Ariel Tarico (Rivadavia), Ignacio Bulian (La 100), Claudio Rico (La Red), Martín Bilyk (Nacional), Francisco Mues (Radio 10) y Milton Ré (Pop y Continenta­l) mantienen vivo un arte que a esta altura es uno de los capitales más valiosos de nuestra radiofonía casi centenaria. ¿Y el imbatible Rolo Villar, de Mitre, poseído por Alfonsín, Perón y tantos más? Ausente, con aviso.

Son maníacos de la laringe, obsesivos con horas de práctica que pueden pasar un día observando videos de Mario Sapag o de su futura “presa”. Viven para ser otros y mimetizars­e. Son copiadores compulsivo­s, pero no saben explicar a fondo cómo se logra la reconstruc­ción milimétric­a de una criatura. El misterio es el don.

Peligrosos “clonadores”, hicieron temblar a más de uno. Ré (24 años), por ejemplo, el más joven del sexteto, cuenta que a los 11 años llamó a la radio de su Tres Arroyos natal y se hizo pasar por Andrés Calamaro. “La víctima”, un conductor fanático de “El Salmón”, lloró al aire por la “sorpresa” y jamás descubrió la mentira. Tarico suma su epopeya: mientras trabajaba con Roberto Pettinato se hizo pasar por Charly García. “Peti” continuó el juego, en lo que significó una entrevista histórica con oyentes felicitand­o al aire.

“Una vez, interpreta­ndo a Aldo Rico cuando era ministro de seguridad bonaerense, anuncié que un partido de la Selección no iba a pasarse por TV en San Miguel. Los vecinos llamaban a Crónica desesperad­os. Y los productore­s de Crónica llamaban a la radio para chequear los dichos de Rico”, se ríe Bilyk, guionista recibido en el ISER que recibió un Premio Konex por su labor humorístic­a.

El aire los dispara hacia el teatro o colabora con las contrataci­ones en fiestas de casamiento y despedidas empresaria­les. Instagram, Facebook, Twiiter y los canales de YouTube amplifican sus disparates y les quitan anonimato. Mientras, millones caen en “la trampa”. Hay días en que es imposible distinguir si el que habla en AM 910 es Luis Majul o Claudio Rico. Lo mismo pasa con Del Moro y Bulian, en La 100. Las imitacione­s tocan también a los propios conductore­s, que lejos de ofenderse, abren el juego.

El gremio no para de crecer, sostenido en grandes “próceres” de la especialid­ad. Muchos evocan a Carlos Russo, quien murió en marzo, a los 57 años, luego de un destacado currículum, que incluía 15 años en Rapidísimo junto a Héctor Larrea. Más adelante, el peso de Rolo Villar fue una gran influencia para que las emisoras se volcaran a contratar a estos artistas de las cuerdas vocales. -¿Todo político quiere ser imitado? ¿Suma una imitación como promoción aunque deje en ridículo? -Bilyk: Todos quieren. Un humorista radial no voltea a un político, pero sí mejora o populariza su imagen. -¿Qué pasa cuando muere un imitado? ¿Se lo excluye del menú de personajes o se espera un tiempo prudencial para “reeditarlo”? Bulian: Mi primer gran personaje era China Zorrilla. Cuando murió la transformé en mala y rapera. Es un homenaje. Tarico: Un personaje muerto se hace “con alitas”, hablando desde el más allá. Imité a Néstor Kirchner en teatro y el teatro explotó. Apenas uno o dos se molestaron. -¿Cómo manejan la autorregul­ación? ¿Con qué no puede hacerse

humor jamás? Bulian: Con el terrorismo, con el Ni una menos. Pero el límite es personal, subjetivo.

Mues: El límite lo determina el tiempo. Hoy se hace humor con las Torres gemelas porque pasaron muchos años de la tragedia.

Rico: Prefiero pedir perdón después que permiso primero. (N. de R: En 2016 hizo un desafortun­ado chiste sobre violadores que abrió un debate). Ré: Es que si el amor está amordazado, no es humor. -¿Por qué el número de mujeres que hace voces es ínfimo? ¿Machismo en el ámbito, o falta de interés?

Tarico: Cuando empecé en Rivadavia, en 2003, estaba Giuliana Etchebest haciendo imitación. En Mitre, luego, tuve la suerte de compartir sketches con Estela Montes. Y formé dupla con Marcela Giorgi, que imitaba a CFK. Pero es cierto: debería existir más espacio para la mujer en el rubro.

Ré: Hay muchas mujeres talentosas con timidez de incursiona­r en un rubro que para algunos es exclusivo del hombre. Hay que romper esquemas. Rico: Fátima Florez es la número uno.

Bulian: Fátima es brillante, podría trabajar tranquilam­ente en radio. Y no sólo hace máscaras. Hace reír. -¿Decir que la exhibición en redes sociales le resta misterio a sus roles es una antigüedad? ¿O ya no corre eso de la “desilusión” del oyente? Bilyk: Lo multimedia desacraliz­a. No es capital de la radio mostrar a un tipo. Tengo Twitter para ser ubicable, pero no soy amigo del barullo. Antes era una rareza que viéramos a Don Pueyrredón Arenales (personaje que acompañaba a Larrea), pero hoy incluso ayuda a “llegar” más fácilmente. Subís un buen video, te ven, te convocan de una radio. Tarico: Soy de la generación del demo, del casete, de enviarlo y chequear que lo recibieron. Hago videos caseros y los subo a Twitter. Y digitalicé mis videos y aprovecho a subirlos a mi canal de YouTube. Las redes en un punto amplían mi “oyente/televident­e”: en vivo esos no me escucharía­n. Bulian: Muestro mucho en Instagram, pero cuido. Dejamos a la gente con ganas de más. Por eso mi personaje de Trapito (que tiene su microprogr­ama dentro del ciclo de Del Moro y miles de seguidores), no tiene cara. Nunca se muestra. Ré: El kiosquero hoy tiene que vender más que turrones. Le agrega a su negocio carga de SUBE . Con nosotros pasa igual. No podemos no sumarnos a redes. Pero que te sigan no implica que todo sea ganancia. Invitás a tus seguidores a que te vean en el teatro, pero no van. Mues: El medio está en una transición. Todo se está transforma­ndo. Hoy no sabés bien quién te escucha. El público muta. Pero el oyente de radio no se va a morir nunca.

 ?? MARIO QUINTEROS ?? Vedettes del aire. Bulian, Mues, Ré, Tarico, Rico y Bilyk pasaron por la redacción y desperdiga­ron todo tipo de voces y risas. Competidor­es, pero camaradas de gremio.
MARIO QUINTEROS Vedettes del aire. Bulian, Mues, Ré, Tarico, Rico y Bilyk pasaron por la redacción y desperdiga­ron todo tipo de voces y risas. Competidor­es, pero camaradas de gremio.

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