Este año hubo más de 1.000 abortos legales en la Ciudad
El 30% de los casos es por violaciones. Y el resto por problemas de salud de la mujer embarazada.
Es por la aplicación del protocolo para interrumpir embarazos.
Ayer fue el Día de Lucha por la Despenalización y Legalización del Aborto, una fecha clave que intenta visibilizar situaciones de vulneración del derecho a la salud reproductiva y no reproductiva, a la educación sexual integral y a la violencia machista y de las instituciones a las que se ven sometidas a diario mujeres, lesbianas, travestis y trans. Pero mientras se reclama la despenalización como derecho básico que busca terminar con la gran cantidad de muertes que ocu- rren en el país por el aborto inseguro e ilegal (se estiman entre 100 y 200 por año), en Argentina aún no se cumple con la Interrupción Legal del Embarazo. Sólo ocho provincias cuentan con protocolos de atención para abortos no punibles, un derecho que tienen las mujeres desde 1921.
“Si bien en nuestro país el aborto es legal en casos de riesgo para la salud o vida de la mujer, o en casos de embarazos resultado de una violación, la realidad da cuenta de que nos acercamos mucho a la de los contextos legales en que el aborto está totalmente prohibido”, dice Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
En la ciudad de Buenos Aires sí hay un protocolo acorde con el fallo de la Corte Suprema de 2012, que específicó claramente lo que sostiene el artículo 86 del Código Penal: que el aborto es legal si la mujer fue violada o su salud o su vida corren riesgo. Y sólo en el primer semestre de este año se entregó la medicación necesaria para mil interrupciones legales de embarazo . El crecimiento es enorme: el año pasado se habían realizado 563 interrupciones, en 2015 no habían llegado a 150 y en 2014 hubo menos de 100.
“En la ciudad se aplica muy bien el protocolo, tanto en los centros de salud como en los hospitales -dice a Clarín Viviana Mazur, del Programa de Coordinación en Salud Sexual, Sida y Enfermedades de Transmisión sexual. Les entregamos la medicación para que tomen en sus casas y luego deben acudir a los centros de salud para los controles”. La especialista habla del Misoprostol, al que considera “seguro y eficaz”, pero si no da resultado, se hace una aspiración manual endouterina (AMEU).
¿Por qué crecen las interrupciones legales del embarazo (ILE)? “Porque hay más información, por el gran trabajo de las organizaciones de mujeres, porque desde los equipos de salud estamos tratando de garantizar derechos”, asegura Mazur, y da un dato clave: a medida que se garantizan estos derechos, bajan las infecciones y las muertes por abortos clandestinos. “Y es mentira que las mujeres inventan que han sido violadas para pedir abortos. La causa de violación es del 30%, el resto tiene que ver con cuestiones de salud. Incluso creemos que las violaciones son muchas más, pero a las mujeres aún les da vergüenza decirlo o admitir que han sido abusadas en sus propios hogares”.
Otra jurisdicción que tiene un protocolo acorde y entrega la medicación correspondiente para las ILE es Rosario, donde también han bajado las muertes por complicaciones en abortos clandestinos.
Clarín pidió estadísticas de ILE al Ministerio de Salud de la Nación, pero no existen. La última información que hay es la de egresos de hospitales públicos que mezcla los abortos legales con las complicaciones de abortos inseguros. Es de 2013 y dice que hubo 48.949 egresos en todo el país.
“Tenemos de 50 a 70 mil internaciones por complicaciones del aborto. La salud pública no acompaña a la mujer en la interrupción pero sí le da cobertura, tardía, mala y muchas veces punitiva a aquella mujer que tiene una complicación. ¿No se podría haber prevenido antes? -dice a Clarín Mario Sebastiani, ginecólogo, obstetra del Hospital Italiano, autor de numerosos libros, el último: “#Aborto legal y seguro”-. Mueren de 150 a 200 mujeres por año... un Jumbo... ¿Es lógico que la penalización provoque estas muertes sobre la base de la santidad de la vida y la prohibición del aborto?”. Sebastiani asegura que en estos 34 años de democracia ya han muerto 7.000 mujeres por los abortos clandestinos.
“Que no haya estadísticas oficiales refleja la resistencia que aún hay para garantizar el acceso al aborto. Sólo ocho jurisdicciones lo hacen y habría que ver cómo es el acceso real”, dice a Clarín Agustina Ramón Michel, investigadora del CEDES, miembro fundadora de REDAAS (Red de Acceso al Aborto Seguro-Argentina), una red de profesionales de la salud y el derecho que acompaña y atiende a mujeres en situaciones de aborto legal.
La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito tiene un Proyecto de Ley que cuenta con amplio apoyo de partidos políticos: fue presentado seis años seguidos y nunca tuvo tratamiento. ■